Buses secuestrados, choferes agredidos, terminales tomados por barristas y más de 300 máquinas del Transantiago dañadas, es parte de los hechos delictuales detectados en distintos puntos de la capital tras el triunfo de Chile ante España en el Mundial de fútbol de Brasil.

De acuerdo a lo informado por el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, los incidentes tras los festejos han significado que al menos tres buses fueran secuestrados por desconocidos; los terminales de Peñalolén, Cerro Navia y Renca ocupados por barristas; 40 conductores lesionados, dos de ellos internados en centros asistenciales; y unas 300 máquinas que resultaron con daños en su estructura.

Las empresas Alcacia y Express decidieron suspender las salidas de buses desde los terminales de María Pinto y Peñalolén.

Se teme que durante la mañana de este jueves haya problemas de locomoción colectiva en la zona sur de Santiago y San Bernardo, puesto que la operadora Subus tiene 120 máquinas con daños; Alsacia-Express otras 90; 20 de la empresa Bule; 60 de Metbus y 45 de STP.

El director de Transporte Público, Guillermo Muñoz, explicó que los secuestros consistieron en que sujetos intimidaron a los conductores para obligarlos a desviarse del recorrido y recoger personas, a voluntad de los agresores.

Asimismo, en el curso de la tarde, se detectaron víctimas de robos y lesiones; rayado de vidrios en locales comerciales, rotura de soportes publicitarios y rayado de asientos en paraderos de la Alameda.

Las autoridades adelantaron que interpondrán acciones legales contra quienes resulten responsables de los daños al transporte público.

David von Blohn | Agencia UNO

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Hans Scott | Agencia UNO

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David von Blohn | Agencia UNO

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