El director general del gigante petrolero BP, Bob Dudley, descartó el martes que la ofensiva yihadista se extienda al sur de Irak, región que concentra la mayoria de la producción petrolera del país, durante un congreso sobre crudo en Moscú.

“Por ahora, las implicaciones sobre la producción petrolera parecen limitadas” afirmó al ser interrogado sobre la ofensiva de los yihadistas del Estado Islámico en Irak y Levante (EIIL), que se han apoderado en pocos días de varias ciudades iraquíes del norte del país.

Dudley reconoció sin embargo que se trata de “terribles acontecimientos” que tendrán “profundas implicaciones” en otros aspectos. Pero “la mayoría de la producción de petróleo (iraquí) está ubicada en el sur, muy lejos de los acontecimientos actuales”, aseguró.

“Por el momento, la producción no se ve afectada. Y no creo que este tipo de dificultades vaya a extenderse hasta el sur del país”, dijo Dudley, que admitió sin embargo que hay que estar “muy preocupados por lo que está ocurriendo”.

En Irak, BP participa en un consorcio con la compañía china CNPC y un grupo público iraquí para desarrollar la producción del yacimiento petrolero de Rumaila, cerca de Basora, en el sur del país.

Por su lado, el secretario general de la OPEP, Abdalá Al Badri, también presente en Moscú, relativizó la tensión observada en los últimos días en torno a las cotizaciones del petróleo.

“Por el momento, las instalaciones petroleras en el sur (de Irak) están intactas, y (mientras no sean atacadas) todo lo que hay de momento son puras especulaciones”, añadió.

A su vez, la directora ejecutiva de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Maria van der Hoeven aseguró en teleconferencia que seguía la situación en Irak “de cerca”.

“Estamos dispuestos a actuar en caso de interrupción (de suministro) importante”, dijo, pero añadió que aún es prematuro aludir a una eventual utilizacion de las reservas estratégicas de petróleo.

Los países miembros de la AIE –agencia energética de la OCDE, que agrupa entre otros a Estados Unidos, países europeos y Japón– disponen de reservas a las que pueden recurrir de manera coordenada en caso de riesgo de penuria de petróleo.