La prohibición del matrimonio forzado en el Reino Unido entró en vigor este lunes, con penas que podrían ir hasta los siete años de cárcel.

La ley se aplicará a los matrimonios indeseados en el territorio británico y también a aquellos en los que la víctima sea británica, porque muchas muchachas y muchachos son llevados a los países de sus ancestros para bodas pactadas por sus familias, particularmente a Pakistán, India y Bangladesh.

Las comunidades originarias de esos países estaban tras dos tercios de los casos de los que se ocupó la Unidad gubernamental de matrimonios forzado (FMU).

“El matrimonio forzado es una tragedia para cada una de las víctimas, y, por su propia naturaleza, muchos casos no son denunciados”, dijo la ministra de Interior, Theresa May.

El FMU se ocupó en 2013 de 1.300 denuncias. En un 18% de los casos, las víctimas eran hombres.

Si bien la mayoría de las denuncias afectaban a miembros de las comunidades de los países antes mencionados, también se reportaron casos entre las de Afganistán, Somalia, Irak, Nigeria, Arabia Saudí, Yemen, Irán y Túnez.

La Sociedad nacional para la prevención de la crueldad hacia los niños dijo que jóvenes de incluso 12 años se pusieron en contacto con ellos por este tema.

Ash Chand, un representante de esta organización, dijo que la ley “es una gran paso adelante que esperamos que disuada a aquellos que conspiran contra sus propios hijos”.

“Muchos jóvenes que llaman a nuestro servicio telefónico de ayuda para hablar de esta cuestión están asustados, preocupados y sienten que les están arrebatando el control de sus vidas”, lamentó.