Un indígena guaraní de 13 años burló la seguridad del estadio mundialista de Sao Paulo al infiltrar una pancarta en su ropa interior dirigida a la presidenta Dilma Rousseff, durante la apertura de la Copa del Mundo el jueves.

El sitio informativo UOL explicó este lunes que la TV oficial no lo mostró, pero que el joven Wera Jeguaka Mirim sacó su pancarta roja en a que estaba escrito en negro: “delimitación inmediata” (de los territorios indígenas en el país).

Tres niños, uno blanco, una negra y el joven indígena de la aldea guaraní de Krukutu, en el estado de Sao Paulo, participaron de la ceremonia de apertura y soltaron palomas para simbolizar la paz y la unión de pueblos y culturas.

Por su parte, la FIFA ha prohibido toda manifestación política en los estadios de la Copa del Mundo.

El indígena explicó que su objetivo era ayudar a la causa de la delimitación y reconocimiento oficial de tierras indígenas en el estado de Sao Paulo y en Brasil, actualmente interrumpido.

“No podía entrar con la pancarta, pero mi pueblo lo necesita. La puse en los calzoncilos, y solo la saqué cuando ya estaba allí en medio del campo. Allí, saqué la pancarta para que todos la vieran, porque nosotros vivimos aquí hace mucho tiempo, hace más de mil años, queremos nuestras tierras”, manifestó.

“Quería que la presidenta Dilma Rousseff la leyera y entienda las reivindicaciones indígenas”, añadió.

Los indígenas guaraní de Sao Paulo viven en seis aldeas que integran dos territorios en proceso de delimitación y regularización desde 1980. Algunos corren riesgo de expulsión.

Las reservas indígenas reconocidas en Brasil ocupan 12% del territorio, principalmente en la Amazonía, pero existen muchos territorios en reclamo en otras áreas, muy conflictivas cuando ya han sido ocupados por colonos y la agricultura. Los indígenas acusan al gobierno de Dilma Rousseff de poner freno al reconocimiento oficial de tierras.

En Brasil viven 896.900 indígenas, de 305 etnias, en una población total de 200 millones de personas.