La selección de Argentina derrotó con sufrimiento a la de Bosnia y Herzegovina por 2-1 este domingo en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro, un triunfo que le sirve para tomar el mando del grupo F del Mundial de Brasil.

La Albiceleste se adelantó en el marcador con un autogol del defensa Sead Kolasinac (2) y Lionel Messi anotó el segundo de jugada personal (65), pero los bosnios redujeron a poco para el final, por medio de Vedad Ibisevic (84) y metieron el miedo a la hinchada argentina que se dio cita en el mítico estadio.

Con este triunfo, Argentina ha ganado en el inicio de los últimos seis mundiales y encamina su pase a la siguiente ronda en un grupo que integran además Nigeria e Irán, su próximo rival el sábado próximo en Belo Horizonte.

Como el resultado lo muestra, el partido no fue fácil para el equipo de Alejandro Sabella, que se vio enfrentado de igual a igual por una selección debutante en Copas del Mundo y tuvo que esperar para que su gran estrella se inspirase.

Y eso que para Argentina todo se simplificó desde el inicio con una acción fortuita: Sergio Agüero sufrió una falta en la izquierda, Messi pateó el centro al área y Marcos Rojo peinó la pelota que rebotó en la pierna de Kolasinak y se metió junto al palo del impotente Asmir Begovic.

Bosnia tuvo sus ocasiones para empatar en el primer tiempo, pero una genialidad de Messi en el complemento le dio aire a Argentina.

La estrella del Barcelona arrancó por la derecha, combinó con Gonzalo Higuaín y, tras dejar atrás a un hombre, definió con un zurdazo espléndido que pegó en palo y se metió en la red, marcando así su segundo gol en un Mundial tras aquel lejano contra Serbia (6-0) en Alemania-2006.

Messi gritó el tanto con el puño apretado en el córner y con ese festejo fue todo un equipo el que se liberó atrás de su líder y tuvo sus mejores momentos.

Sin embargo, en un descuido a cinco minutos del final, el ingresado Ibisevic ganó las espaldas de la defensa y acortó distancias poniendo incertidmbre en el resultado.