La exposición más grande sobre videojuegos del mundo dejó bastantes opiniones y criticas a su alrededor. Comenzando con la conferencia de Microsoft, que sorprendió con un primer gameplay de ‘Assassins Creed: Unity’, pasando por el nuevo ‘Uncharted’ hasta las nuevas imágenes de Zelda mostradas en el E3.

El evento no logró sorprender a su público. Gran parte de los videojuegos habían sido previamente anunciados o filtrados. Sin embargo, no es justo comparar el presente con los tiempos en el que subía Satoru Iwata junto al Reggie Fils-Aime al escenario para jugar una partida de tenis en la Wii que acababa de ser develada en 2006, o a Shigeru Miyamoto rompiendo una pared de papel con una espada y un escudo en sus manos para presentar The Legend of Zelda Skyward Sword en la última conferencia en vivo que tuvo Nintendo.

Asimismo, Project Natal -ahora Kinect- era la que entraba junto a la PlayStation Move a competir frente a esta nueva creación de Nintendo, la que terminó siendo realmente una “Revolución”, con este nuevo concepto sobre la experiencia del jugador.

La pasada generación de consolas tuvo ganadores y perdedores. Nintendo arrasó totalmente en ventas con su nueva Wii, una consola bastante barata, que si bien no innovaba en gráficas, sí lo hacía en jugabilidad. Microsoft no se quedó atrás con su Kinect y sus videojuegos exclusivos, Halo, Gears of War, Forza, Fable, etc. Los perdedores fueron Sony, quienes no lograron vender como es debido su PSP Vita, sin olvidar el hecho de que cada PS3 vendida hasta el 2010 le producía una perdida en ingresos a la firma.

La situación actual ha cambiado. Sony ha logrado una hegemonía sin igual gracias a su Play Station 4, su calidad gráfica y su económico precio. En segundo lugar tenemos a Microsoft, quien se logró reinventar bastante bien con su Xbox One, pero continuando atrás por su elevado precio, su política de préstamo de juegos físicos y su calidad gráfica inferior a la PS4. El último lugar se lo ha llevado Nintendo, que creó un hardware costoso con su Wii U. Una tablet como control realmente le duele al bolsillo del consumidor, además de casi no poseer franquicias de terceros portadas a la consola.

Sin embargo, los recientes anuncios de Nintendo pueden lograr cambiar su situación actual. Las ventas de la Wii U se cuadruplicaron en Estados Unidos con la salida de Mario Kart 8, sin olvidar los recientes anuncios de un nuevo Zelda y Starfox para la consola. La sorpresa fue el hecho de que X, de Monolith Soft, terminó siendo la secuela del tan aclamado -pero poco conocido- Xenoblade Chronicles.

Sony avanza firme y seguro, una gran máquina, precios moderados y títulos llamativos son lo que la favorece. Mientras que Microsoft posee sus propias franquicias. Un nuevo Halo jamás deja de sorprender, y es cierto que reviviendo franquicias como Killer Instinct o el hecho de agregar a Conker al nuevo Project Spark, lograrán resistir muy bien en esta nueva generación de consolas.

El futuro de Nintendo aún no se logra vislumbrar. ¿Es posible sobrevivir eternamente con franquicias propias y con las ventas de la 3DS? Es cierto que un nuevo Pacman en Super Smash Bros sorprende al público. El hecho de tener a 4 leyendas de los ’80s y ’90s -Sonic, Mega Man, Pacman y Mario- en un mismo videojuego de peleas ayuda bastante, o el revivir la saga Starfox, pero sólo el tiempo dirá si le es posible a Nintendo recuperar su hegemonía a costa de sus propias franquicias. El hecho de que casi no se hagan Third Parties para la consola le puede jugar en contra.