Los dinosaurios no tenían la sangre fría como los reptiles de hoy en día ni la sangre caliente como los mamíferos y los pájaros modernos, concluye una investigación publicada el viernes en la revista Science.

Estos animales tenían una temperatura intermedia, según resulta de los análisis de los anillos de crecimiento anuales de los huesos fosilizados de varios especímenes, así como la evolución de su tamaño desde el nacimiento hasta la edad adulta.

Los investigadores de la Universidad de Nuevo México, dirigidos por el biólogo John Grady, compararon resultados en una base de datos sobre 400 animales muertos y vivos.

De este modo llegaron a la conclusión de que los dinosaurios, desaparecidos hace 65 millones de años, están en una categoría intermedia de temperatura corporal, entre los reptiles, que sólo generan su temperatura por medio de intercambios con su medio y las especies que como mamíferos y pájaros tienen mecanismos internos.

Los dinosaurios estarían entonces cerca de especies como los atunes y algunos tipos de tiburones y tortugas.

Desde los primeros descubrimientos de fósiles de dinosaurio en el siglo XIX, los científicos debaten si se trataba de animales de sangre fría o caliente.

En este estudio, los investigadores consideran que al tener un metabolismo intermedio, los dinosaurios pudieron convertirse en animales grandes e imponerse en el ecosistema, ya que no necesitaban comer tanto como los mamíferos para mantener su temperatura.