Poppy, declarada la gata más vieja del mundo por el libro Guinness de los récords, murió a los 24 años, informaron este miércoles los medios británicos.

La gata, cuya edad equivaldría a 113 años en un humano, murió de una infección en Bournemouth, en el sur de Inglaterra, según los medios ingleses Daily Mail y la BBC.

“Estamos completamente destrozados”, dijo su propietaria, Jacqui West.

Según el Guinness, el récord de longevidad de un gato lo ostenta Creme Puff, que vivió 38 años y tres días en Austin, Estados Unidos.