La Corte de Apelaciones de Concepción elevó a la Corte Suprema los tres recursos de apelación presentados al fallo del tribunal penquista que obliga a implementar mejoras en la central Bocamina para evitar la contaminación.

La sentencia del 29 de mayo establece que Endesa debe llevar a cabo una serie de medidas para impedir que la población de Coronel se vea afectada por emisiones contaminantes de la planta termoeléctrica, y mantiene la paralización de Bocamina II, en tanto el fallo quede ejecutoriado.

Las partes, tal como lo habían anunciado, presentaron sus respectivas apelaciones, que el tribunal de alzada ya derivó a la Suprema, donde deberán resolverse en definitiva los recursos acumulados de pescadores contra Endesa.

El escrito que la empresa interpuso incluye un total de 26 consideraciones “de hecho y de derecho” como fundamento a su petición de que se rechacen los recursos y se deje además sin efecto la orden de no innovar que tiene a Bocamina 2 fuera de operaciones desde diciembre del 2013.

En uno de sus párrafos destacados, Endesa afirma que el proyecto Bocamina II optimizado opera en mejores condiciones medioambientales que las autorizadas y que es posible tener por acreditado que no ha existido riesgo y menos aún daño a la salud de las personas.

Por su parte, el abogado Sebastián Inostroza, representante de pescadores, vecinos y algueras de Coronel, basa su apelación al fallo en que no resultan suficientes las medidas ordenadas por la Corte de Concepción, por lo que corresponde que el fallo sea modificado.

Por último, la apelación del abogado Lorenzo Soto, sostiene que Bocamina le ha mentido a la autoridad administrativa y al propio poder judicial haciéndoles creer que operaba con todos los permisos cuando en realidad carecía de ellos. Por esto, según Soto, debe someterse a revisión ambiental el complejo termoeléctrico.