En el fútbol, la relación jugador-árbitro siempre ha tenido situaciones complejas, debido a la rapidez y complejidad de la labor del segundo. Pero lo que pasó en Rumania llevó todo al extremo.

El hecho ocurrió en un partido entre el Semenicul Văliug y el Minerul Anina, válido por una división menor del fútbol rumano. Tras cometer una infracción, se observa al agresor corriendo en dirección al juez, quien le iba a exhibir la tarjeta roja.

Pero antes de que se ejecutara la acción, el futbolista no tuvo mejor idea que propinarle un cabezazo al árbitro, desatando el asombro de los otros jugadores. El réferi se puso de pie y detuvo el partido, todo para poder ser atendido a un costado del campo.

Te dejamos con el video de la acción:
http://youtu.be/F39sMXr1f1o