Amado Boudou se convirtió este lunes en el primer vicepresidente de Argentina en ejercicio que declara como imputado, en una causa por la compra sospechosa de una empresa monopólica de impresión de billetes cuando era ministro de Economía en 2010.

Rodeado de decenas de fotógrafos, Boudou, de 51 años, llegó al tribunal de Buenos Aires “con mucha tranquilidad” y “a decir la verdad”, según dijo a la prensa.

“No tengo ninguna estrategia (de defensa)”, aclaró Boudou a la salida de su casa en el exclusivo barrio de Puerto Madero, en el corazón de Buenos Aires, ubicado a unos diez minutos en automóvil de los tribunales de Retiro.

“Yo podría no haber ido, no presentarme (a declarar, pero) yo voy a ir, voy a decir la verdad”, reiteró el vicepresidente, quien en los últimos días ha contado con el apoyo inequívoco de los más altos portavoces del gobierno de la presidenta Cristina Fernández.

Boudou hizo un pedido de última hora la mañana del lunes para que el juez Ariel Lijo, que entiende en la causa, le permitiera prestar declaración con un camarógrafo para poder difundirla, pero le fue denegado al inicio de la audiencia, informó una fuente judicial.

La semana pasada el magistrado había rechazado otro pedido de Boudou para que la audiencia fuera transmitida en vivo.

“AMADO, CREEMOS EN VOS”

“Sería muy bueno tener transparencia y visibilidad respecto de esta causa de la que se ha hablado mucho. Es una excelente oportunidad para que el pueblo tome conocimiento de todas las razones y la Justicia y un juez puedan actuar sin presiones de ninguna naturaleza”, señaló el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.

El interrogatorio busca aclarar si Boudou “aprovechó su condición de funcionario público” para favorecer a la empresa impresora de papel moneda cuando era ministro de Economía en 2010.

En los próximos días, otros seis imputados en la causa prestarán declaración indagatoria hasta el 13 de junio, tras lo cual el juez tiene 10 días hábiles para decidir el procesamiento o no de los imputados, indicó el centro de información judicial (CIJ) que depende de la Corte Suprema Argentina.

“Fuerza Amado, creemos en vos”, rezaban carteles enarbolados por decenas de militantes de “La Cámpora”, la agrupación juvenil kirchnerista que se manifestó ante los tribunales en respaldo al vicepresidente, quien respondió con los dedos en “v”, un tradicional saludo peronista.

Boudou es un rockero de alma que toca la guitarra eléctrica, fanático de las motocicletas y un ex militante de la derecha liberal convertido al peronismo.

Varias horas antes de la llegada de Boudou, se desplegó un importante operativo de seguridad en los tribunales y se cerró al público la puerta principal.

La citación judicial apuntó que el vicepresidente “junto a José María Nuñez Carmona, habrían adquirido la empresa quebrada y monopólica Ciccone Calcográfica, mientras era ministro de Economía (durante el primer mandato de Cristina Fernández), a través de la sociedad The Old Fund y de Alejandro Vandenbroele, con el fin último de contratar con el Estado Nacional la impresión de billetes y documentación oficial”.

El ex ministro de Economía, quien accedió a la vicepresidencia en 2011 tras ganar la fórmula encabezada por Cristina Fernández con 54% de los votos, había sido citado para el 15 de julio pero él mismo pidió adelantar la fecha, afirmando querer aclarar cuanto antes su papel en el caso, en el que alega ser inocente y víctima de una campaña de medios y sectores económicos en su contra.

“Vale la pena dar estas peleas. Acá lo que está en juego es si el poder está en el pueblo o en pocas manos que toma las decisiones”, dijo el vicepresidente a radio Provincia antes de presentarse en los tribunales.