La versión orquestada de obras de Bach y Brahms, junto a la interpretación de dos conocidas composiciones de autores chilenos, configuraron el programa del séptimo concierto de la Temporada 2014 de la Orquesta Sinfónica de Chile, en que la brillante y completa dirección del maestro español Josep Caballé-Domenech, fue el punto de unión para que las distintas familias de la agrupación musical, cumplieran una presentación admirable en todos los sentidos.

Inicialmente se ofreció el Passacaglia y fuga para órgano en Do Menor de Johann Sebastian Bach en la orquestación del compositor británico Leopold Stokowski y, en la segunda parte, el Cuarteto para piano N° 1 en Sol menor de Johannes Brahms en la transcripción orquestal de Arnold Schoenberg, en juiciados por Caballé-Domenetch, quien explicó que “la idea musical original redefinida por una exquisita orquestación y un juego compositivo que nace en otro siglo hacen de este programa una joya a descubrir. La pregunta es como siempre: ¿Dónde acaba Bach y empieza Stokowsky? ¿Dónde acaba Brahms y empieza Schoenberg?” La respuesta de los asistentes fue ampliamente reconocida por los asistentes y los propios músicos valoraron la importancia del trabajo realizado por el talentoso director hispano.

En cuanto a las obras de autores chilenos, la Sinfónica lució correcta y afinada, en el Andante para Cuerdas, breve composición de Alfonso Leng (1884-1974), quien trasmite en sus obras la influencia de Wagner, quien se hace presente con fuerza en su producción sinfónica, mostrando una construcción sonora de gruesas texturas con un elevado nivel expresivo, además con toques dramáticos.

Por último, se complementó el programa, con la emblemática y popular “Danza Fantástica” de Enrique Soro (1984-1974) definida como una composición “escrita en un idioma tonal, que posee una forma cerrada y muestra el oficio del autor en que además destaca su dominio técnico en la orquestación”.