La OTAN lanzó el lunes en los países bálticos importantes maniobras militares con la participación de diez países miembros, uno de los más grandes ejercicios de este tipo desde la anexión de Crimea por la vecina Rusia.

Unos 4.700 soldados y 800 vehículos británicos, canadienses, estadounidenses, finlandeses o polacos participan en estas maniobras que se llevan a cabo cerca de la capital letona, Riga.

Las tres antiguas repúblicas soviéticas –Letuania, Letonia y Estonia– que entraron a la OTAN en 2004, se preocupan por el creciente potencial militar de Rusia en sus fronteras. La crisis ucraniana no ha hecho más que incrementar sus temores.

“El ejercicio es muy importante, teniendo en cuenta la situación de seguridad actual”, declaró el ministro letón de Defensa, Raimonds Vejonis.

Rusia criticó vivamente el ejercicio calificándolo de “una manifestación de intenciones hostiles”, según el viceministro ruso de Defensa, Vladimir Titov, citado por la agencia Interfax.

“El despliegie de tropas adicionales de la OTAN en Europa central y oriental, inclusive en una base de rotación, es una violación de los acuerdos entre Rusia y la Alianza”, declaró.

El ejercicio, que debe desplazarse el martes a la vecina Lituania, terminará el 20 de junio.