Un 90% de la leña disponible actualmente en la región del Bío Bío está verde o húmeda, lo que repercute directamente en la mala calidad del aire que hemos enfrentado en las últimas semanas. Las autoridades confirmaron que este año es imposible aplicar una restricción que obligue a vender leña seca, precisamente por falta de stock.

El principal combustible para calefaccionarse en la región del Bío Bío es la leña, debido a su menor costo. Sin embargo, en términos ambientales genera un gran impacto principalmente porque no hay disponible en el mercado astillas secas que tiene mayor poder calórico y no contaminan, aseguró el seremi de Medio Ambiente, Richard Vargas.

El problema es que esta leña se vende sin ningún tipo de impedimento y solo se controla su origen, es decir, que venga de un bosque con plan de manejo, pero no su calidad.

Consultado respecto a la posibilidad de establecer una prohibición a la venta de leña húmeda, el secretario ministerial indicó que resulta imposible decretarla por la falta de stock, ya que para Chillán y Los Ángeles se necesitan 500 mil metros cúbicos en cada ciudad mientras que para el Gran Concepción se requiere 1 millón y medio de metros cúbicos de astillas secas.

Una vez que se logre esta meta se podrán aplicar medidas prohibitivas.

Por eso se está trabajando con Corfo para incentivar, a través de la entrega de recursos, que el corte del bosque se haga en octubre y el encastillado en noviembre, con el objetivo de que las astillas se sequen y puedan ser almacenadas.

Richard Vargas aseguró que la restricción de uso podría disminuir en cerca de un 70% la contaminación ambiental en las principales ciudades de la región.