El kinesiólogo de la Universidad Santo Tomás de Viña del Mar (UST), Tuillang Yuinjg Farías, entregó una serie de recomendaciones para disfrutar en época invernal del esquí, minimizando los riesgos de lesiones músculo-esqueléticas si se tiene una buena preparación física y ciertas precauciones.

Yuinjg Farías explicó que “la práctica del esquí genera múltiples beneficios a las personas que la practican, ya que es una actividad que se realiza en una superficie más inestable y que implica un gran trabajo de balance corporal y estimulando a la par una gran cantidad de reacciones posturales, activando una amplia gama de cadenas musculares y en forma secuencial”.

En este sentido, el académico destacó que “dada la gran cantidad de grupos musculares involucrados es que se incrementa la resistencia aeróbico. Sin embargo, existen riesgos inherentes como son las quemaduras de la piel por la mayor reflexión de la nieve de la luz solar, así como también una mayor pérdida de fluidos corporales por pérdidas insensibles de agua a través del aire exhalado”.

De acuerdo con el especialista, los accidentes se asocian principalmente al esquí alpino, que es el más difundido, y dentro de las lesiones que pueden producirse, las más frecuentes son las de miembros inferiores y de sobre manera las de rodilla que van desde esguinces de los ligamentos colaterales y rupturas de ligamentos cruzados hasta fracturas de tibia, fíbula y de los huesos de tobillo y pie.

“Las lesiones de rodilla forman casi la tercera parte del total de lesiones. Son habituales también los “pulgares del esquiador” que corresponde a un esguince de los ligamentos intrínsecos del pulgar y que se producen al caer sobre la mano con el puño cerrado, agarrando el bastón, de forma que la correa o el puño produce una desviación forzada del pulgar”, agregó.

Para evitar lesiones, o al menos prevenirlas, el kinesiólogo de la Universidad Santo Tomás de Viña del Mar señaló que “un entrenamiento adecuado es una de las mejores maneras de prevenir los accidentes, ya que posee mayor fuerza y resistencia de los tejidos. Estadísticamente, se registra la mayor cantidad de lesiones en los primeros o últimos descensos cuando los músculos están fríos o fatigados. Para evitarlos, debe realizarse un período de calentamiento previo a la actividad y un buen período de elongaciones al finalizarla. También se deben ingerir alimentos y líquidos durante la práctica deportiva con la finalidad de reponer adecuadamente las fuentes energéticas utilizadas y la cantidad de líquido perdidos”.

“Por otro lado, el conocimiento de las técnicas de caída limitará las posibles lesiones, por ejemplo: no endurecer las rodillas al caer, mantener siempre las rodillas en semiflexión, no caer sobre las manos y soltar el bastón, mantener las manos siempre delante de su cuerpo. Este conocimiento básico evitará los posibles accidentes que pueda sufrir, y además que pueda disfrutar de este deporte invernal”, añadió.