Una muestra de la dificultad que existe en algunos lugares del mundo para informar con libertad fue la que vivió Ivan Watson, corresponsal de CNN en Turquía, país que atraviesa un álgido período de movilizaciones sociales.

Las manifestaciones son intensas en Estambul, ya que se cumple un año del inicio del estallido popular. Por esto el panorama en las calles es de una gran cantidad de policías que se enfrentan a quienes protestan.

Sin embargo, los medios de comunicación también han sido blanco de los uniformados, lo que quedó expuesto en la situación vivida por el periodista de CNN.

Ivan Watson se encontraba despachando en vivo y en el lugar mismo en que se desarrollaba una manifestación. Mientras describía el ambiente, el que también se veía en las imágenes de la transmisión, fue interceptado por dos policías vestidos de civil, quienes comenzaron a pedirle su pasaporte además de su credencial de prensa.

Pese a que Watson demostró su acreditación, fue detenido, mientras que el camarógrafo fue obligado a dejar de registrar la situación, según consignó 233grados.com.

CNN aseguró que Watson recibió un rodillazo en la espalda durante el altercado, asimismo, los policías habrían quebrado el micrófono de la cámara al cortar la transmisión. Luego del incidente, estuvieron retenidos cerca de media hora hasta que los policías los liberaron y se disculparon.

Pese al “arrepentimiento” en la ocasión, este no es el único caso en que impiden a los periodistas el realizar su trabajo, así lo había denunciado Reporteros sin Fronteras.