La selección de fútbol de Argentina estaría viviendo uno sus más complejos escenarios… a sólo 7 días del arranque de la Copa del Mundo.

Así lo reveló esta jornada la sección deportiva del Diario El Clarín, a través de una nota titulada como “Algo se rompió entre Sabella y los jugadores”.

Lo anterior, en relación a un mal ambiente emocional generado en el predio de Asociación de Futbol de Argentina, tras la no convocatoria del futbolista de Newell’s Old Boys, Éver Banega, a la cita planetaria.

Y es que, según explica el citado medio, Banega es parte del círculo íntimo de la máxima figura de la ‘albiceleste’ Lionel Messi, y también de otro ‘peso pesado’ en el plantel, Ángel Di María, por lo que su exclusión “para todos fue una sorpresa y también molestó la forma en que el técnico lo resolvió”.

“Alejandro Sabella era el padre blando, el que le daba todos los gustos a su niño mimado, el que le permitió jugar con sus amigos, incluso, a contramano de sus deseos tácticos. Tan complaciente resultó que lo protegió del jugador del pueblo al que, dentro del vestuario, muchos veían como un bravucón”, afirma Clarín.

En la misma línea, se agrega que “hasta que un día, se puso duro el técnico de la Selección. Y le cerró la puerta del Mundial a uno de los futbolistas más cercanos a la figura. Entonces algo se rompió. Porque esa relación inmaculada que había entre el entrenador y el plantel, ahora tiene una fisura emocional”.

De hecho, el portal revela que la idea venía rondando desde hace algún tiempo en el DT y que incluso lo consultó con un amigo, quien le habría respondido “estás loco, no podés dejar en banda a uno de los mejores amigos de Messi”. Sin embargo, ‘Pachorra’ esta vez se guió por sus convicciones y prefirió llevar a Lucas Biglia y Enzo Pérez.

El tema fue tan complicado que incluso Di María lloró junto al excluido en la concentración trasandina tras la noticia. “Sabella ya no es mirado con los mismos ojos por esos jugadores que están tan convencidos de que Banega tenía que ir al Mundial como el técnico, que debía quedarse en Rosario”, concluye la crónica..