El gobierno de Colombia y las FARC llamaron a defender el proceso de paz al retomar el martes los diálogos en La Habana, ante la incertidumbre por el balotaje del 15 de junio entre el presidente Juan Manuel Santos y el opositor Oscar Iván Zuluaga, que lo rechaza.

El jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, pidió a los colombianos -en particular a militares y policías- que “no se dejen confundir por quienes no tienen otro interés que atacar este proceso con una imperdonable campaña de desinformación”.

De su lado, el delegado jefe de las FARC, Iván Márquez, declaró que “Colombia toda tiene que defender el proceso de paz”, que busca poner fin a un conflicto armado de medio siglo.

En 18 meses de negociaciones, ambas partes han consensuado tres de los seis puntos de la agenda, pero la continuidad del proceso de paz quedó en duda tras la primera vuelta electoral del 25 de mayo en Colombia, en la que Zuluaga -un crítico de los diálogos con las FARC- obtuvo la primera mayoría y deberá dirimir la presidencia con Santos en las urnas, el 15 de junio.

“Les pido que no se dejen confundir en medio de tanta mentira, de tanta falacia. Les aconsejo a los colombianos que no se dejen echar cuentos”, indicó De la Calle, quien afirmó que a las Fuerzas Armadas colombianas las “han tratado de desinformar y desmotivar”.

“A ustedes soldados y policías de la Patria les quiero decir que ni su salario, ni su futuro, ni mucho menos su doctrina han sido o serán negociadas aquí (en La Habana), no se dejen confundir”, agregó.

DISCUTIRÁN REPARACIÓN A LAS VÍCTIMAS

Por su parte, Márquez expresó que “tenemos que comprometer nuestros más fervientes esfuerzos para poder atravesar las tinieblas de la guerra que ha perseguido a Colombia durante más de 60 años. Ha llegado el momento de ponerle fin a esta confrontación”.

Este vigésimo sexto ciclo de diálogos durará pocos días, y no los 11 habituales, para que las partes afinen aspectos de procedimiento sobre el próximo punto a discutir, el de la reparación a la víctimas.

“Como lo hemos dicho en el pasado, las víctimas están en el centro del proceso” de paz, dijo De la Calle, mientras Márquez señaló que a ellas “tenemos que entregarles las máximas satisfacciones”.

En medio siglo, el conflicto armado colombiano ha dejado unos 600.000 muertos y tres millones de desplazados.

Los otros temas pendientes de la agenda son el abandono de las armas y el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz.

Hasta ahora, el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país, han consensuado los puntos de reforma rural (26 de mayo de 2013), participación política (6 de noviembre de 2013) y drogas ilícitas (16 de mayo de 2014).

GUERRILLA ANALIZA TREGUA POR BALOTAJE

Tras la primera vuelta electoral, Santos propuso acelerar las negociaciones de paz, mientras Zuluaga, del partido derechista del expresidente Alvaro Uribe (2002-2010) Centro Democrático, puso dos condiciones para continuarlas: un cese al fuego permanente de las FARC y cárcel para sus líderes.

Las encuestas muestran un empate técnico entre Zuluaga y Santos (centro-derecha), lo que obliga a ambos a labrar complejas alianzas para el balotaje.

Al ser consultado si las FARC negociarían con Zuluaga, Márquez dijo: “esperemos que en la noche del 15 de junio tengamos los resultados electorales para pronunciarnos en torno a este aspecto”.

Indicó que las FARC están analizando si declaran un cese del fuego unilateral para el balotaje, tal como en la primera vuelta electoral, cuando decretaron una tregua de ocho días en conjunto con el Ejército de Liberación Nacional (ELN, comunista), la otra guerrilla de Colombia.

“No puedo decirles si habrá o no habrá, solamente comentarles que a nivel del Secretariado de las FARC se analiza esta posibilidad”, dijo Márquez.

Cuando se le preguntó si las FARC tienen un candidato preferido y si quieren que los colombianos acudan masivamente a votar (hubo 60% de abstención en primera vuelta), Márquez respondió: “nosotros simplemente estamos a la expectativa”.