Por más de cinco años se ha esperado el visto bueno de las autoridades para poner a disposición de la comunidad un espacio en Coñaripe que se habilitaría como cementerio. Sin embargo, hasta ahora esto no ha ocurrido, y los vecinos acusan burocracia tanto a nivel local como regional.

Este martes y tras el fallecimiento de Sara Varela de Sánchez, una vecina fundadora de la localidad, se acrecentó la molestia de los pobladores quienes decidieron abrir a la fuerza el recinto y sepultar allí a la mujer.

Así lo confirmó el presidente del Comité Cementerio de Coñaripe, José David Díaz quien aseveró que la gente se cansó de tanta burocracia, por lo que decidieron utilizar sin los permisos respectivos este camposanto.

El dirigente señaló que independiente de lo que digan las autoridades, los vecinos están decididos a ocupar este cementerio.

José David Díaz sostuvo que el proyecto no ha avanzado porque desde el Gobierno Regional no se han traspasado $80 millones para la segunda etapa del camposanto, argumentando la falta de agua potable.

El también presidente de la Junta de Vecinos acusó falta de voluntad, negligencia y burocracia para materializar este proyecto.

Mientras tanto, cada vez que muere uno de los habitantes de Coñaripe, se debe viajar hasta Panguipulli o Villarrica para sepultarlos.