El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, determinó este lunes la creación de un grupo intergubernamental para atender la creciente afluencia de menores indocumentados a la frontera sudoeste, en lo que denominó una “situación humanitaria urgente”.

“La afluencia de niños extranjeros sin acompañantes en toda la frontera sudoeste de Estados Unidos resultó en una situación humanitaria urgente que requiere una respuesta federal unificada y coordinada”, expresó el mandatario en una carta a todas las agencias del gobierno.

Ante esa situación, apuntó la nota de Obama, la responsabilidad de montar el grupo especial estará a cargo del Secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson.

Este nuevo grupo especial deberá determinar los mecanismos y recursos para “proporcionar auxilio humanitario a los niños afectados, incluyendo un lugar de estada, cuidados médicos y transporte”.

Este lunes, la directora de Política Doméstica en la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, dijo que “en el último mes el número de niños sin acompañantes retenidos en la frontera con México, en particular en el sur de Texas, ha crecido sustancialmente”.

Aunque la funcionaria no ofreció números precisos sobre la afluencia de menores de edad, puntualizó que se verificó “un aumento en el número de niñas con relación a años anteriores, y también de niños menores de 13 años”.

En su mayoría, dijo Muñoz, se trata de niños de países centroamericanos.

Al analizar las motivaciones de esos niños para cruzar solos la frontera, Muñoz apuntó “condiciones económicas en sus países, aumento de la violencia y también el deseo de reunirse con sus familiares en Estados Unidos”.

El Senado estadounidense aprobó el año pasado una ambiciosa reforma del sistema migratorio, un proyecto central del presidente Obama, pero el proyecto se encuentra empantanado en la Cámara Baja del Congreso, controlada por la oposición del partido Republicano.

La semana pasada, Obama ordenó la postergación de una revisión de la política de deportaciones de inmigrantes ilegales, para dar oportunidad a la aprobación de la reforma.

Obama le pidió al secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson, “parar la divulgación” de los resultados y recomendaciones de una revisión de los procedimientos para deportar a las personas indocumentadas, dijo un funcionario de la Casa Blanca.