Nairo Quintana logró la primera victoria colombiana en el Giro de Italia, este domingo en Trieste, donde concluyó la 97ª edición de la ronda, tras la 21ª y última etapa que fue ganada al esprín por el esloveno Luka Mezgec (Giant).

Quintana, que era el favorito en la salida en Belfast el 9 de mayo pasado, justificó los pronósticos, diez meses después de haber sido segundo en la Tour de Francia.

En la clasificación final, el colombiano de 24 años superó a su compatriota Rigoberto Urán, que ya fue segundo el año pasado. La tercera plaza fue para la revelación de la prueba, Fabio Aru, un joven escalador sardo de 23 años.

“Ahora puedo decirlo, he ganado. Me sentí realizado cuando crucé la meta. Tengo un gran equipo, una familia conmigo. Siento una alegría inmensa. He aprendido mucho en este Giro”, dijo Quintana tras hacerse con la victoria final.

“Cuando pasé a profesional en Europa, tuve la suerte de caer en el equipo adecuado, con un gran profesor, Eusebio (Unzué, mánager del Movistar), que me ha enseñado el ciclismo. Me ha enseñado a ser tranquilo, a mantenerme sereno. Es un Giro en el que he sufrido mucho, más de lo que la gente se imagina”, añadió el vencedor.

Por su parte, su compatriota Urán, segundo en la general, afirmó que soñó con la victoria final.

“Pensaba que podía ganar este Giro. Pero nunca he podido terninar bien en las grandes vueltas. Mi equipo estuvo impecable. Bravo a Quintana y también a Aru. No sé so correré el Giro el año que viene, dependerá del equipo. Me gusta mucho el Giro, pero mi equipo quiere que corra el Tour”, explicó Urán.

Quintana, apoyado por el equipo Movistar, construyó su triunfo en dos jornada decisivas. El pasado martes, en la terrible etapa del Val Martello, cuando lanzó un ataque en el descenso nevado del Stelvio, que le reprocharon después algunos de sus rivales, que pensaban que habría en una ralentización de la carrera. Y el jueves en la contrarreloj del Monte Grappa, donde solo Aru le hizo sombra.

Vencedor de dos etapas, el colombiano dio vuelta a una situación que le había sido desfavorable durante una buena parte de la prueba, debido a una caída primero y después una infección de garganta.

“He aprendido en este Giro a superar la adversidad, a liderar a un equipo durante tres semanas, a ser líder”, declaró el colombiano, que no correrá en julio el Tour de Francia para regresar en 2015 con más fuerza a la ronda gala.

“Llegamos a temer que Nairo no pudiera rehacerse y eso es lo que más resaltaría de él en este Giro. Su capacidad de recuperación, la fe en si mismo, la creencia de que si conseguía recuperarse y llegar bien a los últimos días, podía recuperar el tiempo perdido”, señaló el mánager general de Movistar, Eusebio Unzué.

“Pasó días realmente críticos por los efectos de la caída y después, por esos problemas mezcla de resfriado y alergia, fue capaz con el apoyo de todo el equipo, de salvar los dos primeros días de montaña sin perder tiempo y de entrar en los últimos días sintiéndose cada vez mejor. Llegó al último día de descanso casi totalmente recuperado para afrontar la etapa clave en el Stelvio y allí fue capaz de dar un golpe de autoridad dejando bien claro que era el hombre más fuerte de la carrera”, añadió Unzué.

“Dijimos que el motivo principal para traerle al Giro era que aprendiera y que se manejara por primera vez como líder del equipo en una gran vuelta, y tal y como han sido estas tres semanas, esa experiencia es aún mayor de la que podíamos prever. Sé que esta carrera va a marcar su futuro”, señaló el navarro.

“El Nairo de Belfast no tiene nada que ver con el Nairo de Trieste. Ha confirmado su condición de líder, ha evolucionado a unos niveles impresionantes. Con una gran capacidad pese a su edad para gestionar y cuidar todo el grupo a su alrededor. Empezando a tener esa tranquilidad que antes, en ocasiones, su propia ambición le hacía no tener y precipitarse. Por todo esto creo que la elección fue muy acertada”, añadió Unzué.

La última etapa, de 172 km, entre Gemona del Friuli y Trieste (noreste), fue ganada el esprín por el esloveno Mezgec, de 25 años, siendo su primer triunfo en el Giro.

El esloveno cruzó la meta delante del italiano Giacomo Nizzolo, del estadounidense Tyler Farrar y del francés Nacer Bouhanni, que no pudo lograr un cuarto triunfo de etapa, pero se aseguró la primera plaza en la clasificación por puntos (maillot rojo).