El vicepresidente argentino, Amado Boudou, alegó este viernes que era inocente en una causa por supuesta corrupción y acusó a sectores económicos de impulsar una campaña en contra del gobierno de Cristina Fernández.

“Juro y sostengo que no cometí un acto de corrupción y así lo voy a demostrar cuando declare en la indagatoria”, dijo Boudou a radio 10 al conocerse que fue citado como imputado, hecho inédito para un vicepresidente en ejercicio.

Boudou consideró que la causa se enmarca en una campaña de sectores económicos concentrados contra el gobierno de Fernández.

“Algunos sectores están buscando condicionar al gobierno y obtener beneficios económicos”, dijo al acusar a los dos principales diarios del país, Clarín y La Nación de montar “una campaña mediática” en torno a la causa.

En declaraciones a radio Contiental, Boudou remarcó que la citación se produce un día después de que el gobierno argentino cerrara un acuerdo con el Club de París para saldar una deuda por 9.700 millones de dólares.

“Eligieron la fecha cuando hay una noticia muy importante por el acuerdo con el Club de París, cuando el gobierno logró una cosa muy importante que es terminar con el default (declarado en 2001), pero no podrán aguar la fiesta porque ese acuerdo va a tener beneficios reales para todos los argentinos”, afirmó.

Boudou rechazó renunciar o pedir licencia mientras se esclarecen los hechos.

El juez federal Ariel Lijo lo citó para el 15 de julio por una supuesta gestión realizada en 2010, cuando era ministro de Economía durante el primer mandato de Cristina Fernández.

Lijo investiga si Boudou influyó ante la agencia de recaudación fiscal (Administración Federal de Ingresos Públicos, AFIP) para evitar la quiebra de la empresa Ciccone Calcográfica, la única imprenta de billetes y documentos oficiales, ahora expropiada por el Estado.

Según Boudou, en la causa “hay tres hipótesis: la de lavado de dinero que está descartada, la de haber influido en la AFIP, que está descarta (…) y la tercera que dice que yo me quise quedar o me quedé con la empresa, y eso siempre estuvo en manos de la familia Ciccone”.

Además de a Boudou, el juez citó a otros cinco accionistas de la empresa.