El pago de la pensión de alimentos y las medidas judiciales solicitadas para ello deterioraron la relación entre el conductor de la locomoción colectiva que permanece herido en el Hospital Regional y su ex pareja, quien murió calcinada al interior de un vehículo, el lunes recién pasado, en Talcahuano.

La Fiscalía y la PDI intentan desentrañar las circunstancias que rodearon el incendio de un vehículo con dos ocupantes, ocurrido en las inmediaciones del Parque Industrial Bío Bío, en Talcahuano, la noche del lunes.

Producto del intenso fuego murió calcinada Silvania Gallegos, de 31 años, dueña del automóvil Suzuki Ignis, y sus restos quedaron en el asiento del copiloto, la mitad afuera a través de la ventana.

Su pareja, Guillermo Barahona Labbé, de 50 años, quedó herido, y se encuentra en estado de coma inducido con más del 50 por ciento del cuerpo quemado lo que, obviamente, impide tomarle declaración, testimonio que sería crucial para conocer lo sucedido, ya que por ahora todo es conjetura, desde un homicidio hasta un accidente.

Radio Bío Bío conoció antecedentes que ayudarían a descubrir la verdad. La pareja se conoció el año 2003 en Nacimiento y tuvieron un hijo, pero la relación se deterioró rápido derivando en la separación definitiva, el año pasado, e iniciándose los conflictos por el pago de la pensión alimenticia. Guillermo Barahona, fumador empedernido, cambió de trabajo y vio descender sus ingresos.

Actualmente era chofer de la línea Mini Buses Hualpencillo y se esforzaba por cumplir con los pagos, por lo que la mujer, a través de su abogado, solicitó varias medidas, hasta el arresto por deuda.

En medio de los procesos judiciales ventilados en los tribunales de familia, además, hay un informe que deduce un grado de celopatía del hombre, y la mujer lo acusaba de indisponerla con su hijo. Incluso declaró que Barahona recurrió a actos de brujería para dañarla, como dejar una figura de ella en el congelador.

La custodia del hijo también endureció las relaciones, porque el conductor pretendía adjudicársela. Pero un capítulo relevante sucedió este mes de mayo. Frente a una deuda de cerca de 200 mil pesos, la mujer solicitó al tribunal de familia la suspensión de la licencia de conducir de Barahona por 20 días, a lo que el juzgado respectivo accedió, notificándolo hace dos semanas.

Sin la licencia, la vida laboral de Barahona se complicaba seriamente, por eso abonó parte importante de la deuda requiriendo al tribunal que dejara sin efecto el retiro del permiso, a lo que el tribunal accedió el viernes recién pasado.

Se desconoce, sin embargo, si Guillermo Barahona se enteró de su éxito judicial, porque el mensaje, vía e mail o carta certificada, debía llegarle a inicios de semana, el lunes, el mismo día que ocurrieron los trágicos hechos.