Los casos de dengue se multiplicaron casi cinco veces en los últimos diez años en América Latina hasta llegar a 2,3 millones de afectados en 2013, aunque su mortalidad se redujo, según cifras divulgadas este jueves por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Según la OPS, “2013 fue uno de los años más epidémicos en la historia del continente, con más de 2,3 millones de casos, 37.705 casos graves y 1.289 muertes”.

En comparación, detalló en un comunicado que en 2003 se reportaron 517,617 casos en América Latina.

“Controlar el mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad, es un gran desafío tanto regional como mundial”, señaló el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Análisis de Salud de la OPS, y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Marcos Espinal, en la nota.

Las cifras fueron divulgadas durante una reunión de la OPS sobre la prevención y control del dengue, que congregó a funcionarios latinoamericanos, académicos y científicos entre el 28 y 29 de mayo en Washington.

Según la organización sanitaria regional, la urbanización no controlada, ausencia de servicios básicos y la falta de ordenamiento ambiental, además del cambio climático, son factores que contribuyen al esparcimiento de la enfermedad.

“En las Américas cerca de 500 millones de personas viven en riesgo de contraer dengue”, indicó la OPS.

Sin embargo, los contagios por dengue son inexistentes en Chile, Canadá y Uruguay.

A pesar del aumento de los casos de dengue, la mortalidad causada por la enfermedad se ha reducido, de 0,07% a 0,05% en los últimos tres años, desde que la OPS implementó nuevas guías para el tratamiento de los pacientes.

Según estimaciones de la OPS, unos 1.500 muertes fueron prevenidas el año pasado debido a una mejor atención, lo que equivale a más del 25% de todos los fallecidos por el virus en la década anterior.

El dengue se ha convertido en un caso de preocupación en el Mundial de fútbol, que arranca en dos semanas, especialmente en las ciudades brasileñas de Fortaleza, Natal y Recife, según un estudio publicado este mes por la revista de medicina británica The Lancet.