Un mando de la Policía Federal de México fue torturado y asesinado por criminales en Michoacán, una localidad del oeste de México asolado por la violencia del narcotráfico, informó la noche del martes una fuente oficial.

Mario César Corona, quien formaba parte del equipo de inteligencia y coordinaba acciones de la lucha contra el narcotráfico en la zona que colinda con el océano Pacífico, “fue encontrado muerto con visibles huella de tortura, atado de pies y manos” y al parecer con un cuchillo en la garganta, indicó a la AFP una fuente de la fiscalía de Michoacán que pidió el anonimato.

El cuerpo de Corona, quien tenía 29 años, fue descubierto por oficiales que acudieron a su domicilio cuando se percataron que no se había presentado a trabajar en el puerto de Lázaro Cárdenas, donde el cártel local Los Caballeros Templarios trafica hierro extraído ilegalmente hacia China e importa precursores químicos de Asia para fabricar metanfetaminas.

De acuerdo con los primeros reportes, el cadáver presenta diversas heridas producidas con arma blanca en varias partes del cuerpo, y hasta el momento no hay detenidos por el crimen.

En tanto, en el municipio de Apatzingán, considerado el feudo de Los Templarios, se registró un enfrentamiento entre sicarios y un grupo de milicianos que se alzaron en armas a principios del año pasado para combatir el crimen organizado.

Cerca de 500 policías y soldados fueron desplegados para neutralizar la balacera, que derivó en el arresto de una persona, según las autoridades.

Michoacán, una región clave para el narcotráfico por sus costas en el Pacífico y sus agrestes montañas, se encuentra bajo un fuerte operativo policial y militar desde mayo de 2013 para tratar de frenar a Los Templarios y sus choques con las milicias llamadas autodefensas.

Además de dedicarse al narcotráfico, Los Templarios se financian a través del tráfico de hierro, así como de extorsiones y secuestros contra habitantes y empresarios de la región.

En los últimos meses, el cártel ha sido debilitado con el abatimiento por parte de militares de su líder, Nazario Moreno “El Chayo”, y la detención y abatimiento de otros dos cabecillas.

El gobierno de México lanzó en 2006 una lucha militarizada contra los cárteles del narcotráfico, que aunada a las pugnas entre las organizaciones del crimen organizado, han dejado hasta ahora más de 80.000 muertos en el país.