La intención del gobierno por despenalizar el aborto terapéutico sumó un apoyo importante desde la Democracia Cristiana. Al respecto, el diputado Aldo Cornejo, presidente de la Cámara, comprometió su voto para interrumpir el embarazo en caso de violación, mientras que la UDI afirmó que la propuesta del Ejecutivo busca legalizar “la pena de muerte”.

Luego de que la presidenta Michelle Bachelet anunciara el envío de un proyecto de ley que despenalice el aborto en casos de violación, inviabilidad del feto y cuando esté en riesgo la vida de la madre, se han acentuado las diferencias entre la Alianza y la Nueva Mayoría.

El presidente de la Cámara de Diputados y parlamentario de la Democracia Cristiana, Aldo Cornejo, descartó que su partido se niegue a la discusión sobre esta materia y aclaró que existe un consenso sobre salvar la vida de la madre.

El diputado reconoció que mantiene aprehensiones en el caso de inviabilidad del feto, pero sobre la violación opinó que no es partidario de sancionar.

Sin embargo, el diputado de la UDI, Gustavo Hasbún, afirmó que no existen fundamentos médicos que avalen la propuesta realizada por el gobierno y que el proyecto atenta directamente contra la vida.

El parlamentario aseguró que el Ejecutivo no busca legalizar el aborto, sino la eugenesia.

Respecto de los dichos del rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, quien aseguró que mientras él sea rector no se aplicará la ley en el hospital clínico de esa casa de estudios, la presidenta del Colegio de Matronas, Anita Román, respondió que sus egresados son los que más ponen en riesgo la vida de las mujeres.

Frente a esta polémica, el ministro secretario general de Gobierno, Álvaro Elizalde, llamó a plantear este debate con altura de miras.

Desde la UDI insistieron en que más que un tema valórico, se trata de un hecho que médicamente no es factible, por lo que adelantaron que de ser necesario, recurrirán al Tribunal Constitucional para evitar esta iniciativa.