Los habitantes del pueblo español de “Castrillo Matajudíos” han votado este domingo cambiar su embarazoso nombre, que reniega de su herencia judía, por el de “Mota de Judíos”, afirmó su alcalde Lorenzo Rodríguez.

“Han votado 52 de las 56 personas que podían votar, de las que 29 votaron a favor de cambiar el nombre”, dijo Rodríguez. De los 29 habitantes que aprobaron la iniciativa, 26 se pronunciaron por el nombre de Mota de judíos y tres por “Mota Judíos”, las dos opciones propuestas.

Estos resultados serán estudiados el 3 de junio por el ayuntamiento, que iniciará los trámites para el cambio de nombre por el de Castrillo Mota de Judíos, explicó el alcalde de este pueblo situado cerca de Burgos, en el norte de España.

Por la mañana, Rodríguez recordó que con el nombre de Castrillo Matajudíos, “cuando sales fuera siempre tienes que dar las explicaciones correspondientes porque enseguida empiezan: ‘¡en Castrillo se mata a los judíos!’”.

“Es todo lo contrario, porque Castrillo surge a raíz de una comunidad judía y en el escudo hay una estrella de David”, añadió el alcalde, que impulsó esta votación organizada paralelamente a los comicios europeos y que había decidido dimitir si los habitantes hubieran decidido mantener “Matajudios” en el nombre del pueblo.

El origen de la villa se remonta al año 1035, cuando varios judíos despojados de sus bienes y expulsados de sus casas en otros lugares de la península Ibérica se refugiaron en la pequeña colina o mota del lugar, según Lorenzo Rodríguez.

Permanecieron ahí hasta 1492, cuando los Reyes Católicos ordenaron la expulsión de todos los judíos que no se convirtieran al catolicismo.

La primera mención del nombre Castrillo Matajudíos aparece en 1623 según el arqueólogo Ángel Palomino, encargado de un estudio histórico preliminar. Los descendientes de esos judíos, convertidos al catolicismo, podrían haber decidido cambiar el nombre de la villa después de 1492 para demostrar su fervor.

“Por los documentos sabemos que en este lugar se produjeron varias matanzas de judíos por parte de gente de afuera, como ha pasado en muchas otras juderías en España y en otras partes de Europa”, explica Palomino, que cree que entre 300 y 400 hogares, es decir, unas 1.500 personas, habitaron la zona judía de Castrillo Matajudíos antes de la expulsión de los judíos de España.

Según los historiadores, al menos 200.000 judíos vivían en España antes de las expulsiones de 1492. Los que rechazaron marcharse o convertirse fueron ejecutados y quemados vivos.

Afirmando querer reparar un “error histórico”, el gobierno español aprobó en febrero un proyecto de ley destinado a facilitar la naturalización de los judíos sefardíes (de origen español), que se repandieron tras la expulsión por regiones de África, el sur de Francia y el este de Europa.