El tránsito en la metrópoli de Sao Paulo fue más caótico de lo normal este martes, después de que una huelga de choferes de autobús sorprendiera con el cierre de la mitad de las terminales y el abandono de unidades en el medio de la calle.

A causa de la paralización, 15 de las 28 estaciones terminales de autobuses estaban cerradas esta tarde, informó a la AFP la autoridad local de transporte, SPTrans.

Estos terminales, donde comienzan y terminan rutas de buses, son áreas con gran movimiento de usuarios.

La secretaría de Tránsito informó a la AFP que calculó a principios de la tarde en 230.000 el número de personas afectadas, aunque la cifra pudo ser superior durante la hora ‘peak’.

La protesta es de un grupo de choferes que está en desacuerdo con el ajuste salarial del 10% negociado por el sindicato, según informó el diario Folha.

“Para mí fue una total novedad esta disidencia que no acepta los términos del acuerdo”, afirmó de su lado el alcalde Fernando Haddad.

Una manifestación de al menos 300 choferes y cobradores fue hasta la alcaldía para pedir una audiencia con Haddad. Mientras, otros conductores paraban los buses en el medio de la calle y pedían a los pasajeros que abandonaran las unidades, informó el periódico O Estado de Sao Paulo.

En Sao Paulo -ciudad con 11 millones de habitantes y sede del partido inaugural del Mundial de fútbol en poco más de 20 días- existe una flota de 15.000 autobuses. SPTrans tampoco tenía una estimación sobre las unidades paralizadas a causa de la protesta.

Por su parte, el tren y el metro funcionaron normalmente, pero las estaciones, habitualmente repletas, estaban colapsadas. El tránsito de autos también fue caótico y se registraron grandes trancones.