Los dos grandes partidos tradicionales españoles, el conservador Partido Popular, en el poder, y el opositor Partido Socialista, perderían terreno en las elecciones europeas del domingo, frente a un avance, aún tímido, de las formaciones pequeñas, según un sondeo publicado este lunes.

El PP, del jefe del gobierno Mariano Rajoy, en el poder desde finales de 2011, obtendría 21 o 22 puestos en el Parlamento Europeo, frente a 24 en 2009, según un sondeo del instituto Sigma Dos, publicado por el diario de centro-derecha El Mundo.

El PSOE por su parte retrocedería más, con 15 o 16 puestos frente a 23.

Por el contrario, varias formaciones pequeñas ganarían influencia, como Izquierda Plural -seis escaños frente a dos actualmente para su principal miembro, Izquierda Unida- o el partido centrista UPyD, que pasaría de 3 a 4 parlamentarios.

El sondeo, realizado del 13 al 15 de mayo sobre una muestra de 1.111 personas, vaticina también uno o dos diputados europeos para un pequeño partido de izquierda recientemente creado, Podemos, surgido del entorno de ‘los indignados’.

Frente a la desafección anunciada de los electores -una encuesta publicada el domingo predecía una participación de 40% a 43%- Rajoy y el líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba se lanzaron a la campaña para apoyar a sus cabezas de lista, Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano, respectivamente.

La recta final de la campaña se vio marcada por una polémica sobre el machismo, surgida de unas declaraciones de Arias Cañete el 16 de mayo, es decir antes de la realización de estos sondeos.

Entrevistado en la televisión privada Antena 3 el día después de un debate televisivo con Valenciano, el candidato conservador, cuya actuación había decepcionado, se defendió afirmando que debatir con una mujer es “muy complicado”.

“Si haces un abuso de superioridad intelectual parece que eres un machista que está acorralado a una mujer indefensa”, afirmó desatando un alud de reacciones en las redes sociales. Aunque su efecto no esté contabilizado en los sondeos, estas palabras empantanaron el final de la campaña.

El domingo, Rajoy acudió al rescate de su candidato, calificando a Arias Cañete, su exministro de Agricultura, de “amigo”, “extraordinario” defensor de los intereses de Europa, o “lisa y llanamente el mejor” candidato.

Por su parte, Pérez Rubalcaba llamó a cerrar el paso a quienes “están acabando con la igualdad entre hombres y mujeres”.