La justicia declaró culpable a Cristian Vidal Aguayo, hombre que en mayo de 2013 dio muerte a golpes a su vecino, al que posteriormente y tras seis días de mantenerlo oculto, enterró en el faldeo de un cerro, esto al interior de un predio agrícola en el sector de Rupanquito.

Tras la lectura de condena se dio paso a los alegatos para la fijación de la pena, donde el Defensor Penal Público, Cristian Silva solicitó que los magistrados reconocieran tres atenuantes, vale decir colaboración sustancial, irreprochable conducta anterior y el hecho que éste no se diera a la fuga, sino que concurriera a una unidad policial para dar cuenta de lo sucedido.

Dichas atenuantes fueron debatidas durante los alegatos para la fijación de la pena –es decir, tras ser declarado culpable- donde la Fiscalía reconoció éstas, lo que esperan que sirva para que su representado pueda optar a una pena sustitutiva a la privativa de libertad.

En cuanto a la razón que tuvo el imputado para asesinar a su vecino, el defensor señaló que Silva manifestó que se debió a la ingesta de alcohol, y por el hecho que la víctima le habría declarado la intención de sostener relaciones sexuales con su esposa, lo que ocasionó la pelea.

No obstante ello, tras el término de la presentación de pruebas Cristian Vidal Aguayo pidió perdón a su familia y a la del fallecido, mostrando su arrepentimiento por todo el dolor ocasionado.

Durante los días de juicio, donde el Ministerio Público presentó una serie de pruebas, testimonios y peritajes, se ratificó la misma declaración del imputado, quien reconoció su participación en los hechos, asegurando que los golpes proporcionados fueron en defensa propia, luego que la víctima identificada como Heriberto Vivar intentara atacarlo con un machete.

Recordemos que según la propia declaración del imputado, producto del cargo de conciencia él se entregó a Carabineros, relatando que días antes, mientras ingerían bebidas alcohólicas tuvieron un breve altercado, tras lo cual el hoy condenado salió del domicilio de su vecino, minuto en que advirtió que éste se dirigía hacia él con un machete en la mano.

Ahí explicó que primero lo empujo y luego lo golpeó fuertemente en la cabeza con un chuzo, percatándose al día siguiente que éste había muerto.

La sentencia, en tanto, será conocida este martes en dependencias de la Primera Sala del tribunal Osornino.