Venezuela denunciará ante la ONU y la OEA así como en los organismos regionales Unasur y Celac la “injerencia” de Estados Unidos y sus “amenazas” de sanciones en el marco de la crisis política que vive el país, dijo el canciller Elías Jaua en una entrevista este domingo.

“El presidente Nicolás Maduro me ha instruido: vamos a hacer una denuncia formal en las Naciones Unidas por la violación de la carta de Naciones Unidas”, dijo Jaua en una entrevista con el canal privado Televen divulgada este domingo.

Desde febrero, Venezuela es escenario de protestas contra el gobierno, que dejan 42 muertos y unos 800 heridos.

Hace un mes el gobierno y la oposición iniciaron un diálogo de pacificación, en suspenso tras desacuerdos de las partes.

El canciller detalló que la denuncia se realizará también ante la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que participa como testigo de buena fe en los diálogos de paz a través de los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador.

Jaua indicó que durante la reunión de cancilleres de Unasur, la semana que viene en Ecuador, presentará formalmente “todo un expediente de lo que han sido las declaraciones injerencistas de los voceros (de EEUU), empezando por el presidente (Barack) Obama, el secrtetario (de Estado John) Kerry y otros voceros en los asuntos internos de Venezuela”.

Asimismo, se incluirán “las amenazas permanentes de aplicar sanciones” a Venezuela. “Ya basta de que el gobierno de Estados Unidos asuma una competencia que le corresponde a los organismos multilaterales”, criticó el canciller.

En las últimas semanas, Estados Unidos ha dejado abierta la posibilidad de sancionar a funcionarios venezolanos incursos en abusos contra manifestantes, si se estanca el diálogo entre gobierno y el sector moderado de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Las manifestaciones contra la elevada inflación -60% anual- la escasez de alimentos y la violencia criminal, han dejado 42 muertos, unos 800 lesionados y casi 160 casos investigados de abusos policiales.