La policía turca detuvo este domingo a 18 personas sospechosas de negligencia, incluyendo a ejecutivos de la compañía que opera la mina de Soma (oeste), en conexión con el accidente que esta semana dejó 301 muertos, indicaron los medios locales.

Turquía puso fin el sábado a las labores de rescate en la mina de Soma con la recuperación de los últimos cuerpos de los 301 mineros fallecidos en el peor accidente industrial de la historia del país.

La fiscalía movilizó el viernes a decenas de personas para investigar el incendio y la explosión -aparentemente causados por un cortocircuito- en esta mina privada de Soma.

La empresa que opera la mina, Soma Komur, negó enérgicamente cualquier responsabilidad.

“Hemos trabajado todos muy duro. No he visto un accidente así en 20 años”, dijo su director general, Akin Celik. No estaba claro en un primer momento si Celik figuraba entre los detenidos.

Un informe preliminar del accidente, obtenido por el diario Milliyet, señaló varios incumplimientos de seguridad en la mina, entre ellos una escasez de detectores de monóxido de carbono y techos de madera y no de metal.

La tragedia avivó la indignación ciudadana en Turquía, impulsado por acusaciones de culpabilidad del gobierno y lo que muchos vieron como una respuesta insensible del gobierno.