Las personas que utilizan el teléfono móvil más de 15 horas al mes podrían correr mayor riesgo de desarrollar ciertos tumores cerebrales, según un estudio que reabre el debate sobre los peligros de los celulares.

“La principal conclusión de nuestro estudio va en la misma línea que otras investigaciones internacionales, aunque están todavía por confirmar”, sobre un “aumento del riesgo de tumor cerebral en las personas que más utilizan” el teléfono móvil, subraya la doctora Isabelle Baldi, una de las investigadoras del estudio francés que acaba de ser publicado en la revista Occupational and Environmental Medicine (que depende del grupo British Medical Journal).

El estudio demuestra que las personas que usaron su celular más de 15 horas al mes durante una media de cinco años tenían un riesgo dos o tres veces mayor de desarrollar un glioma, un tipo de tumor cerebral que puede ser maligno (glioblastoma) o benigno (como el oligodendroglioma).

Estos usuarios también tienen el doble o tripe de riesgo de desarrollar un meningioma (un tumor generalmente benigno de las meninges), que quienes hacen un uso moderado del teléfono móvil.

El estudio comparó 253 casos de gliomas y 194 de meningiomas, analizados entre 2004 y 2006, con 892 testimonios de adultos sanos, representativos de la población francesa.

Con menos ondas

Los investigadores tuvieron en cuenta otros factores de riesgo y también el hecho de que sólo un 14% de las personas entrevistadas declararon haber utilizado un “manos libres”, que permite no acercar el teléfono a la oreja.

La doctora Baldi, que trabaja en el instituto público de epidemiología de la ciudad francesa de Burdeos, asegura que había sido “difícil de determinar” el nivel de exposición a las ondas telefónicas, ya que es algo que “evoluciona constantemente a lo largo de la vida”.

La investigadora también manifiesta que el uso del teléfono móvil ha “aumentado claramente” desde mediados de la década del 2000, pero reconoce que los nuevos aparatos han reducido las ondas desde que las autoridades regulan sus emisiones.

El mayor estudio hasta el momento sobre los riesgos del celular se llamaba Interphone y lo había llevado a cabo en trece países (Alemania, Australia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Israel, Italia, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, Reino Unido y Suecia) el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer, dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las conclusiones, publicadas en 2010, revelaban un riesgo un 40% mayor de glioma y un 15% superior de meningioma en personas que declaraban hacer un uso frecuente del teléfono “en el lado del tumor”.

Sin embargo, los investigadores no pudieron dar una conclusión definitiva sobre los riesgos de los celulares por los “sesgos y errores” inherentes a la investigación. Uno de los posibles sesgos de estos estudios hechos en base a testimonios es que las personas con tumores cerebrales pueden tener tendencia a sobrestimar el uso que han hecho en el pasado del teléfono.

Una treintena de expertos, que habían sido convocados por la OMS, aseguraron que el uso del celular podría ser cancerígeno para el ser humano y pidieron nuevos estudios sobre su uso intensivo a largo plazo. Entre tanto, recomiendan utilizar el “manos libres” y comunicarse a través de mensajes escritos.