En la cultura occidental el color rosado se asocia inherentemente a las niñas. Por ello, la ropa, los accesorios, y juguetes para pequeñas que se venden en las tiendas son en su mayoría en este tono.

La experta en educación y vocera de la Asociación Independiente de Escuelas Preparatorias del Reino Unido, Hannah Webster, encendió la polémica en ese país tras señalar que forzar a las chicas a vestir de rosa podría perjudicar su futuro.

De acuerdo al diario británico The Telegraph, Webster dijo que esta tendencia se condice también con el hecho de que a las niñas se les dice que deben arreglarse y ser bonitas, mientras a los niños se les envía el mensaje de que deben ser “viriles” y autosuficientes.

Para ella, esta idea de que el azul es para los varones y el rosado para las damas, es “perniciosa” porque obliga a los menores cumplir ciertos roles, independientemente de su identidad real.

En un artículo que escribió en la revista de escuelas independientes, Attain, Webster señala que en los tiempos de la Primera Guerra Mundial, la situación era al revés: el azul era para las niñas y el rosado para los niños. De hecho, se creía que el rosa era un color más decidido y más fuerte por lo que representaba mejor al sexo masculino, mientras que el azul, era más delicado y se asociaba a la Virgen María.

“Si designamos un color particular a un sexo, estamos llevando a designar todo tipo de otras cosas por sexo también”, indicó, y agregó que eso está mal porque hace que se atribuyan funciones y características según cada género, perdiéndose la identidad individual del pequeño.

Ella dijo que en esta sociedad cada género tiene destinado determinados tipos de juguetes, temas de estudio, ocupaciones, y hasta diferentes roles dentro del lugar de trabajo y la familia. La especialista argumenta que incluso desde antes de nacer a los niños se les atribuyen estos estándares.

“La mayoría de nosotros queremos una sociedad en la que las personas sean juzgadas de acuerdo a su identidad, en lugar de su género”, explicó.

Webster escribió esta columna luego de que el grupo de padres del Reino Unido “Let Toys Be Toys” comenzara una campaña para eliminar la separación entre juguetes de niña y niño en las tiendas.

La idea es que no se anime a las pequeñas a sólo jugar con muñecas, cochecitos y cocinas, mientras a los varones se les incentive a jugar únicamente con armas, autos y elementos deportivos.

Una de los fundadoras de la campaña, Tricia Lowther, dijo a Daily Mail que a muchos padres le molesta la iniciativa, pero al mismo tiempo existe un enorme y creciente sentimiento de frustración por la forma en que los juguetes son promovidos de acuerdo a estereotipos anticuados, ilógicos y sexistas.