La policía española interrogaba este martes a una mujer despedida de la administración pública y a su madre por el presunto asesinato a tiros de una líder política regional que sacudió la campaña electoral europea en el país.

Isabel Carrasco, líder del Partido Popular, en el gobierno en la provincia de León, recibió varios disparos de pistola el lunes en un puente peatonal de esta ciudad del norte de España, señalaron la policía y varios testigos.

El asesinato, a raíz del que se suspendieron los actos de campaña del lunes, ha generado consternación en España, donde casi todos los periódicos recogen en portada la imagen de varios agentes rodeando el cuerpo sin vida de Carrasco cubierto con una sábana blanca.

La policía arrestó a dos sospechosas poco después del tiroteo: una mujer de 35 años, Montserrat Triana Martínez González, y su madre de 55 años, Maria Montserrat González Fernández, ambas militantes del Partido Popular en la región.

La joven, hija de un inspector jefe de policía de la zona, había perdido en 2011 su plaza de interina en la diputación de León, el órgano de gobierno provincial que presidía Carrasco, explicó una fuente del ayuntamiento leonés.

Además de perder su empleo, la diputación le reclamó 12.000 euros que había cobrado y “que no le correspondían”.

“Ha habido durante estos años una serie de juicios que al final ganó la diputación”, dijo esta fuente.

“Esta chica tuvo que devolver ese dinero y parece que fue uno de los motivos por los que ella atravesaba serios problemas económicos”, añadió.

La policía está buscando el arma homicida en el río Bernesga que pasa por debajo del puente donde Carrasco fue asesinada, informó una fuente del cuerpo.

Por el momento, ambas detenidas se han negado a declarar y en los próximos días podrían pasar a disposición judicial.

- Poderosa y con carácter -

Los homenajes a la fallecida, una relevante personalidad en la política local, dieron comienzo con la apertura de la capilla ardiente en la diputación de León.

Ante la puerta de la sede gubernamental, varios familiares lloraban el cuerpo mientras el féretro entraba en el edificio, donde lo esperaban numerosas personalidades políticas, entre ellas el presidente del gobierno Mariano Rajoy.

“Es un acto cruel, inútil y absurdo”, dijo Rajoy en León, definiendo a Carrasco como una mujer “competente, trabajadora, inteligente y tenaz que dedicó su vida a la política”.

La región de Castilla y León decretó tres días de luto, mientras que las administraciones públicas españolas celebraron al mediodía un minuto de silencio en su recuerdo.

Presidenta de la diputación de León y líder provincial del partido, Carrasco tenía una fuerte personalidad y mucho poder en la política regional.

“Pese a su pequeño tamaño, su fortísimo carácter y la forma en que tomó las riendas del poder hicieron que cuajara el apelativo de la +superdelegada+”, decía el periódico local.

Su figura, sin embargo, también causaba controversia siendo protagonista de varias polémicas como el hecho de haberse subido el sueldo en plena crisis española o de haber acumulado numerosos puestos directivos en varias empresas e instituciones ligadas al sector público.

El asesinato se produce en un momento de malestar generalizado hacia la clase política, que muchos ciudadanos ven como el origen de la crisis económica y social que vive el país.

“No queremos decir que ésta haya sido la causa del crimen, pero sí hay que constatar que este caldo de cultivo contribuye a erosionar la relación con unos políticos a los que se ve ahora como enemigos”, señaló el rotativo El Mundo en su editorial.

El suceso ha causado estupor en un país poco acostumbrado a estos actos desde que la organización separatista vasca ETA anunció el fin de la violencia en 2011. La mayoría de partidos españoles cancelaron los actos de campaña electoral del lunes en señal de duelo.

Además, el debate televisado previsto para el martes entre los candidatos a las elecciones europeas del 25 de mayo del Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español fue aplazado.