Con la conquista del mercado asiático como horizonte, los productores de yerba mate -infusión nativa y predilecta del Cono Sur- se lanzan al mundo a promocionar la nobleza del producto y sus beneficios para la salud, virtudes que podrían transformarla en el nuevo “oro verde” de la región.

La yerba mate -hoja de un árbol de gran talla, el Ilex paraguariensis- “era un producto pensado en exclusiva para el consumo de la región. Eso cambió y hoy se sabe que el mundo puede contar con esta noble materia prima, con propiedades beneficiosas para la salud”, dijo a la AFP Nelson Bracesco, organizador del VI Congreso Sudamericano de Yerba Mate y II Simposio internacional del producto que se desarrolló hasta este sábado en Montevideo.

Producida en exclusivo en Argentina, Brasil y Paraguay, la yerba mate es la infusión tradicional de esos países y de Uruguay, que sin producir es con 10 kilos anuales el máximo consumidor per cápita del producto a nivel mundial.

Servida en su forma más extendida, en una calabaza hueca con bombilla y agua caliente, o como el ‘tereré’ típico de Paraguay que utiliza agua fría, la yerba busca mantenerse como símbolo de la región sin dejar escapar nuevos posibles mercados.

“Ahora estamos buscando abrir nuevos mercados, visitando Corea, Japón, China, abrir ese enorme mercado asiático”, comentó Ramón Enrique Kuszko, director del Instituto Nacional de la Yerba Mate de Argentina.

“No es fácil entrar en Asia con la infusión de bombilla, ya que lo ven como algo antihigiénico, por eso en los países árabes -que compran unos 80 millones de kilos al año- cada uno tiene su mate. En formato de té, puede ser una alternativa en estos lugares”, agregó el productor argentino.

Argentina, con 200.000 hectáreas cultivadas y unos 250 millones de kilos de yerba mate en promedio anual, ya tiene países como Siria y Líbano entre sus fieles clientes.

Vencer a la soja

Con 6 a 7 kilos de consumo per cápita anual, los productores argentinos buscan mejorar los rendimientos, actualmente en 8.000 a 9.000 kilos por hectárea.

El reto es compartido por sus vecinos paraguayos y brasileros que en los últimos años sufrieron la perdida de productores, que seducidos por los precios internacionales se pasaron al cultivo de soja.

“En los últimos diez años los yerbales fueron desmontados en varias zonas de Itapúa para plantar soja. Pero actualmente el precio de la yerba ha mejorado y los rendimientos son buenos por eso se está cultivando nuevamente yerba mate”, explicó Eduardo Oswald, presidente del Centro Yerbatero Paraguayo.

Debido a la baja en la producción, principalmente en Brasil, en el último año los precios internacionales de la yerba subieron mejorando las condiciones del mercado.

Para Oswald es fundamental expandir la producción e “ir al mercado asiático es una prioridad”. Paraguay produce unos 50 millones de kilos de yerba anuales de los que exporta un 40% principalmente a Estados Unidos y Europa.

“En este congreso vamos a firmar un acuerdo, un pacto, que nos compromete junto a Argentina, Brasil y Uruguay a realizar un trabajo conjunto para salir al mundo con un producto de calidad”, agregó.

Con la típica vestimenta de gaucho -bombacha, botas y boina-Roberto Ferron, director ejecutivo del Instituto Brasilero de Yerba Mate, considera fundamental trabajar en los aspectos sanitarios del producto.

“El mercado mundial nos espera, pero es fundamental el control sobre nuestro producto. En Brasil no existen químicos recomendados para utilizar en la yerba mate, pero hay que insistir en educar al productor y buscar certificar las plantaciones”, remarcó.

Brasil busca unificar los criterios de calidad con los otros países de la región para “llegar con un producto sin contaminación que el mundo pueda consumir sin ningún reparo”, agregó.

Salud y cosmética

Transformar el gusto intenso y amargo característico de la yerba mate en cremas para el cuerpo y productos capilares parecía una quimera tiempo atrás, sin embargo en Brasil apostaron a lanzar una línea cosmética a base de la materia prima y cada año ganan más mercado.

En los tres días del evento que reunió en Montevideo a los protagonistas de toda la cadena productiva de la yerba mate, a la muestra de productos cosméticos se sumaron talleres de cocina con la sustancia así como su utilización en la biomedicina, entre otros nuevos usos.

Pese al notable desarrollo que se produjo en los últimos años en la investigación, Bracesco advirtió que “aún queda mucho camino por recorrer”.

Para el investigador “están más que demostradas las propiedades antioxidantes de la yerba, su interacción con el colesterol malo”, que puede reducirse en el entorno del 8% con el consumo de yerba, entre otros beneficios para la salud”.

Sin embargo “los trabajos realizados en seres humanos son con muestras pequeñas, por eso para hacer contundentes esas informaciones necesitamos trabajar con muestras más grandes”, concluyó.