Integrantes de las autodefensas mexicanas del convulso estado de Michoacán, grupos de civiles que se alzaron en armas contra el narcotráfico, empezaron a recibir el sábado uniformes y armas que utilizarán al integrarse a las fuerzas rurales legales.

“No vamos andar de ilegales,” dijo a la AFP después de ponerse el uniforme Estanislao Beltrán, portavoz de las autodefensas, quien señaló que los milicianos ya son “parte del gobierno”.

Campesinos recibieron el sábado el uniforme azul que identificará a la Policía Estatal Fuerza Rural y rifles de asalto en un rancho de Tepalcatepec, uno de los primeros pueblos en los que surgieron las llamadas autodefensas en Michoacán, una región agrícola del oeste de México.

Las unidades de la nueva policía rural también empezaron a formarse en el vecino pueblo de Buenavista.

Los nuevos policías rurales cantaron el himno nacional en una ceremonia de toma de juramento en la plaza de Tepalcatepec.

El gobierno federal, que ha tolerado a los milicianos, ha advertido que será detenida cualquier persona que cargue armas ilegalmente después del plazo fijado para que antes de este sábado se integraran a las policías rurales.

Las autodefensas son milicias creadas hace un año por vecinos de comunidades rurales de Michoacán que se alzaron en armas para combatir al cartel narcotraficante Los Caballeros Templarios.

El surgimiento del movimiento armado despertó temores sobre su posible transformación en una peligrosa fuerza paramilitar.

Sin embargo llegan al plazo fijado por el gobierno para su desmovilización en medio de una profunda divisiones entre ellos.