Para mantener una salud bucal adecuada no basta con ir al dentista periódicamente, lavar tus dientes 3 veces al día después de cada comida o usar hilo dental. Aunque no lo creas, el cepillo de dientes guarda oscuros secretos que muchos no conocen.

Éste es el listado elaborado por la cadena británica BBC y que detallamos a continuación:

1. Microorganismos: Así es. Desde estafilococos hasta gérmenes fecales, ninguno de estos “bichos” es ajeno a nuestro cepillo. Es común que dejemos este objeto en los baños y según la profesora de periodoncia de la Escuela de Odontología de la Universidad de Alabama, Maria Geisinger, he ahí el error. Al depositar los cepillos sobre algún estante cerca del W.C “hace que estén expuestos a microorganismos intestinales”. Y ojo, que la cifra varía de uno a un millón, es decir, una colonia bacteriana.

2. ¿Las bacterias del estanque “saltan” al cepillo?: Aunque literalmente no saltan, en la práctica sí pueden llegar hasta este objeto cuando no lavamos nuestras manos luego de las necesidades corporales o cuando quedan mal aseadas. Otra de las vías por las que se contamina es cuando lo abrimos. La doctora Geisinger dice que hoy por hoy, el envase no necesariamente es estéril, por lo que una vez retirado el cepillo del envase atrapa microorganismos ambientales.

3. Cuida dónde lo dejas: Si depositas tu cepillo dental en el típico compartimento en forma de tubo con tapa, estás en un grave error. Un ambiente cerrado, abre la puerta al ingreso de bacterias ¿La razón? La humedad acumulada en ese portacepillos propicia el crecimiento de microorganismos. Para evitarlo, se recomienda que lo ubiques verticalmente y en un ambiente fresco, lo ideal es que lo uses cuando nuevamente esté seco.

4. No más de 4 meses: La odontóloga recomienda lavar el cepillo después de su uso con abundante agua y si es posible sumergirlo en enjuage bucal que, al tener compuestos de alcohol, podrá eliminar parte de las bacterias acumuladas. Además. hace un llamado a recordar que por regla general un cepillo que tenga sus cerdas desgastadas o que haya cumplido 4 meses ya no es útil.

5. Algunos consejos: Entre los tips que recomienda la especialista, se encuentra lavar previamente tu boca con enjuagues antibacteriales. De este modo, le disminuyes la tarea al cepillo, evitando que proliferen estos microorganismos en un corto período de tiempo.

Otro dato que proporciona la docente de la U. de Alabama, es mantener un constante aseo de la boca, quitando restos de comida adecuadamente. Este consejo es aún más importante para personas con enfermedades periodontales, pues si comen chicle o mastican alimentos, las bacterias podrían ingresar a la sangre.

Asimismo, lavarse las manos es sumamente necesario para evitar que lo que está en el W.C también aparezca en algo que, se supone, debiera ser un producto higiénico como tu cepillo dental.

Finalmente, y aunque parezca evidente, jamás debes compartir el cepillo de dientes. La doctora dice que ha recibido testimonios de parejas que sí lo hacen, ya sea por aspectos de confianza, comodidad o confusión. Esto es un error garrafal, pues todos los gérmenes de tu compañero o compañera sin duda también querrán habitar en tu boca.