Las milicias que operan en el convulso estado mexicano de Michoacán (oeste), que se alzaron contra narcotraficantes locales, destituyeron el jueves a su mediático vocero José Manuel Mireles, profundizando la división del grupo que está en proceso de desmovilización.

“Declaramos que el doctor Mireles mantiene una comunicación protagónica con medios de comunicación, sin información real de las autodefensas”, dijo el Consejo de Autodefensas de Michoacán en un comunicado que fue leído a la prensa por uno de sus integrantes, Alberto Gutiérrez, conocido como “Comandante Cinco”.

Mireles, un carismático médico cirujano de espeso bigote blanco y sombrero texano, es uno de los fundadores de las autodefensas y había sido hasta ahora su vocero más visible, pese a haberse ausentado del movimiento cerca de dos meses por sufrir en enero un accidente aéreo.

Mireles “ya no nos representará como vocero al movimiento de autodefensas de Michoacán ni es parte del Consejo (…) Su comportamiento ha fraccionado y puesto en riesgo el prestigio del movimiento, sus últimas acciones cobraron la vida de cinco civiles”, sostiene el comunicado, sin dar más detalles sobre esos sucesos.

Esta destitución ocurre a dos días de que concluya el plazo fijado por el gobierno federal para que los milicianos se incorporen a cuerpos de seguridad legales o bien regresen a sus actividades anteriores a la lucha contra el narcotráfico.

Las autodefensas son vecinos de comunidades rurales de Michoacán que hace un año se levantaron en armas para resistir las constantes extorsiones, secuestros y asesinatos del cártel local Los Caballeros Templarios, y que después fueron tomando control de territorio de Michoacán.

Otro vocero de las autodefensas, Estanislao Beltrán, conocido como “Papá Pitufo”, fue nombrado como portavoz principal del movimiento. Tanto Mireles como Beltrán han reconocido que las autodefensas sufren un proceso de división en su liderazgo y una grave infiltración de miembros del crimen organizado.

De su lado el gobierno mexicano mantiene un amplio despliegue de fuerzas federales en Michoacán que logró abatir o capturar a tres de los cuatro jefes máximos de Los Templarios este año, por lo que ahora reclama a las autodefensas que se disuelvan y dejen en sus manos la seguridad de la región.