Una huelga de 24 horas de los conductores de autobuses en Río de Janeiro, sede de la final del Mundial de fútbol 2014, dejó activa apenas al 24% de la flota, generando además caos en la ciudad.

Piquetes de manifestantes bloquearon varias carreteras principales, especialmente en el oeste, el jueves en la mañana.

El sindicato de las compañías de autobuses, tercerizadas por la alcaldía, informó que 467 unidades fueron dañadas y algunas quemados. Cuatro personas fueron detenidas, según el sitio web del diario O Globo.

En plena hora del ‘peak’ de la tarde, sólo un 24% de la flota de buses estaba en la calle, generando largas filas y el colapso del sistema de tren suburbano y metro. El tránsito fue igualmente caótico ya que muchos optaron por usar vehículos particulares.

El alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, calificó de “inaceptable” la violencia de este jueves y exigió de la empresa concesionaria un plan de contingencia para el retorno de los ciudadanos a sus casas.

Los conductores en huelga exigen un aumento salarial. Buscan ganar 2.500 reales (1.120 dólares al cambio) y el fin de la función conductor-cobrador, informó el vicepresidente del sindicato del gremio, Sebastiao Jose da Silva, que no se adhirió al movimiento y que considera responde a intereses políticos.

El gobernador de Rio, Luiz Fernando Pezão, coincidió con Silva y aseguró que no va a “tolerar vandalismo en Rio de Janeiro”. “Esto (la huelga) no ayuda en nada al trabajador. Sabemos que esto es una huelga fuera del sindicato, el sindicato anticipó el reajuste. Vamos a cumplir la ley”, lanzó.

El líder de la huelga, Hélio Teodoro, declaró a medios locales que el movimiento es “pacífico” y que cuenta con el apoyo de otros sindicatos, además de trabajadores de la industria de combustibles.

La huelga en Rio de Janeiro, que recibe en total siete juegos del Mundial 2014, termina a la medianoche según sus organizadores.

Asimismo en Campinas, la segunda mayor ciudad del estado de Sao Paulo y ubicada a unos 90 kms de la capital estatal, una paralización de autobuses afectó a unas 80.000 personas durante la mañana de este jueves, según el sitio de noticias G1.

La autoridad municipal dispuso unidades de emergencia. La movilización fue llevada adelante por choferes y cobradores de algunas líneas locales de transporte.

El miércoles además agentes de la Policía Federal brasileña suspendieron sus actividades en varios estados del país para exigir mejores salarios y planes de carrera.

Durante su protesta, reiteraron la amenaza de no trabajar durante el Mundial si sus peticiones no son escuchadas.