Cuando se habla de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), inmediatamente muchos lo asocian al “mal de la vaca loca” que se contrae por consumir carne bovina infectada, sin embargo, éste es sólo una de las supuestas variantes de este padecimiento.

Ayer martes, se dio a conocer que en el Hospital Regional de Concepción hay dos pacientes que se encuentran internadas por esta patología, pero se descartó que las mujeres se hayan contagiado por comer carne, sino que padecen la variante genética.

El director (s) del Hospital Regional penquista, Arturo San Martín, aclaró que se debe “descartar que esto se asocie a lo que se ha llamado como ‘el mal de la vaca loca’ o cualquier forma de enfermedad que se asocie con el consumo de carne o irregularidad. En realidad, lo que tienen nuestras pacientes es un trastorno degenerativo que corresponde a un trastorno genético, que es muy escaso en la población”.

Según describe la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos en su página web oficial en español, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob “es una forma de daño cerebral que lleva a una disminución rápida de la función mental y del movimiento”. Asimismo, indica que el “trastorno es muy poco común, presentándose aproximadamente 1 caso por cada millón de personas. Generalmente, aparece primero entre los 20 y 70 años. Los síntomas por lo regular comienzan a finales de la 5ª década de la vida”.

El organismo norteamericano también señaló que “se cree que la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) es causada por una proteína llamada prión, la cual provoca que las proteínas normales se plieguen de manera anormal. Esto afecta la capacidad de otras proteínas para funcionar”.

Además, aclaran que existen varios tipos de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, pudiéndose agrupar en dos formas: enfermedad clásica o nueva variante.

Los tipos clásicos de esta enfermedad son: de tipo esporádico, es decir, que surge sin razón conocida y se presenta alrededor de los 65 años; y de tipo familiar, que es cuando se adquiere por herencia genética.

El tipo clásico de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob no está relacionado con la enfermedad de las “vacas locas” (encefalitis espongiforme bovina)”, enfatiza al entidad estadounidense.

“Sin embargo, la variante de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob (vECJ) es una forma de la enfermedad que está relacionada con la enfermedad de las vacas locas. Se cree que la infección que causa la enfermedad de las vacas locas es la misma que ocasiona la nueva variante de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob en humanos”, explican.

Sin embargo, este tipo de variante correspondería a menos del 1% de los casos y afectaría a personas más jóvenes. De hecho, “menos de 200 personas en todo el mundo tienen esta enfermedad”, señalan.

Por otro lado, desde la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos afirma que “las personas que tengan antecedentes de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob no deben donar córneas ni tejidos”.

Cabe mencionar que ni en Chile ni en América se ha detectado el “mal de las vacas locas” en humanos. En conversación con La Radio, el médico veterinario y profesional del SAG, Eduardo Führer, llamó a la tranquilidad y destacó que existe un sistema de vigilancia de los animales que presentan alguna sintomatología nerviosa.

Síntomas

Algunos de los síntomas más frecuentes de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob son: Demencia que empeora rápidamente en el transcurso de unas pocas semanas o meses, visión borrosa (algunas veces), cambios en la forma de caminar, confusión o desorientación, alucinaciones, falta de coordinación (por ejemplo, tropezones y caídas), rigidez muscular, fasciculaciones musculares, convulsiones o espasmos mioclónicos, sensaciones de estar nervioso o sobresaltado, cambios de personalidad, somnolencia y problemas del habla.