Esta semana se inició el juicio contra Víctor Águila Nápoli, más conocido como “el descuartizador de Cañete”, quien mantiene una segunda causa penal en Osorno por el homicidio de un hombre de 46 años en Rahue.

El imputado, en primera instancia, fue consultado por los magistrados que integran la sala si quería prestar declaración ante la cual accedió, procediendo con el frío relato de lo acaecido en julio de 2012.

En la oportunidad afirmó que tras compartir por horas con Hernán Nicolás Yáñez Cárdenas, donde principalmente habían ingerido alcohol al interior de la pieza que la víctima arrendaba, hubo un instante en que se durmió, despertando cuando la víctima se encontraba intentando abusar sexualmente de él.

Tras el relato, el joven imputado –que ya cuenta con una cadena de 20 años por el crimen de su amigo en Cañete- no tuvo reparos en relatar que al darse cuenta de lo que ocurría tomó el arma de fuego que mantenía y disparó, viendo caer a Yáñez, advirtiendo que el proyectil había dado en la cabeza.

Frente a la instancia legal, se refirió la Defensora Penal Jefe de Osorno, María Soledad Llorente, quien está a cargo de la representación del acusado, argumentó básicamente que en relación a la atenuante del artículo 11 N°9, es decir, la colaboración sustancial en el esclarecimiento de los hechos, es que solicitan la rebaja en la condena y que ésta sea considerada como un homicidio simple, cuyas penas son ostensiblemente inferiores.

Lo anterior, dijo, también en consideración en que el hecho ocurrido en Osorno no puede vincularse al de Cañete, sino que son dos crímenes distintos sin un vínculo en común.

Víctor Águila Nápoli cometió este segundo crimen cuando huía tras matar descuartizar y quemar a su amigo en Cañete, llegando a Osorno a esconderse en compañía de su pareja, quien fue procesada por encubridora.

En tanto la Fiscal Jefe de Osorno, en conversación con Radio Bío Bío, manifestó que principalmente se han llamado al estrado a testigos presenciales e inmediatos a la escena del crimen.

Respecto a la declaración del imputado, la fiscal dijo que ésta se ajusta a lo informado por el perito psiquiatra, quien relata que Águila Nápoli normaliza los hechos cometidos por lo que no da muestras de arrepentimiento. Por ello están solicitando una pena efectiva alta, relativa a los 15 años de cárcel.

En tanto la defensora explicó que conforme a su postura en el juicio solicitan que la pena se ajuste al de un homicidio simple, condena que en abstracto parte en los 5 años y 1 día y no los 15 que está solicitando el Ministerio Público.

Otro de los hechos develados es lo relatado por la pareja del imputado, quien señaló temer por su vida tras enterarse del segundo crimen, dado que nada le aseguraba que ella no terminaría igual que los dos hombres, donde uno de ellos se suponía que era un amigo.