El Hospital Regional de Concepción informó este martes que las dos pacientes que se encuentran internadas por la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, a la cual en ocasiones se le asocia con el “mal de la vaca loca”, están en buenas condiciones. Además, descartaron que se deba a un contagio por consumir carne, pues ellas tienen la variante genética que afecta a los humanos.
Recordemos que este lunes se dio a conocer que se hospitalizó a dos mujeres, de 58 y 50 años, por este trastorno degenerativo y genético que ataca el cerebro, la médula espinal y el sistema nervioso, produce alteración de la marcha y trastorno del sueño, entre otras cosas. Éste causa la muerte, ya que no existe tratamiento.
Al respecto, el director (s) del Hospital Regional penquista, Arturo San Martín, aclaró que se debe “descartar que esto se asocie a lo que se ha llamado como ‘el mal de la vaca loca’ o cualquier forma de enfermedad relacionada con el consumo de carne o irregularidad. En realidad, lo que tienen nuestras pacientes es un problema degenerativo que corresponde a un trastorno genético, que es muy escaso en la población”.
Asimismo, San Martín recalcó que en el centro hospitalario penquista reciben entre dos y cuatro pacientes al año por la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
La razón por la cual a este trastorno también se le llama “mal de la vaca loca”, es porque se cree que una variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob se puede contagiar al consumir carne de vacas contagiadas, pero eso no ha sido comprobado.
Cabe mencionar además que ni en Chile ni en América se ha detectado el “mal de las vacas locas” en humanos. Por eso, el médico veterinario y profesional del SAG, Eduardo Führer, llamó a la tranquilidad y destacó que existe un sistema de vigilancia de los animales que presentan alguna sintomatología nerviosa.
Sobre las mujeres, el director del recinto asistencial afirmó que están en buen estado, “tienen apoyo en sus condiciones de desenvolvimiento básico, alimentación, respiración. Se las está observando y apoyando en sus funciones vitales”.
