Al menos 30 soldados sirios murieron el lunes, víctimas de una bomba colocada por los rebeldes en un túnel excavado debajo de un retén, indicó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

“Unos 30 soldados de las fuerzas del régimen murieron (…) al explotar varias toneladas de explosivos en un túnel debajo de un retén en las faldas de la ciudad de Maaret al Numan”, en el norte del país, explicó el OSDH.

En un video colgado en internet por el Frente Islámico, se podía ver una enorme explosión que propulsó a decenas de metros de altura una nube de polvo y cascotes.

Los opositores han excavado numerosos túneles para facilitar sus movimientos y atacar objetivos del gobierno, detonando cargas explosivas debajo de retenes militares y oficinas de la policía o el ejército.

El director del OSDH, Rami Abdel Rahman, dijo que el retén atacado el lunes es una de las líneas de defensa de la base militar de Wadi Deif, una de las últimas plazas fuertes del régimen en la provincia de Idlib (norte).

Por otro lado, unas 40 ONG, entre ellas Amnistía Internacional, pidieron este martes al gobierno sirio y al Consejo de Seguridad de la ONU la liberación de Jalil Maatuq, un célebre abogado defensor de los derechos humanos.

Maatuq desapareció el 2 de octubre de 2012 con su colega Mohamed Zaza cuando iban a su trabajo en Damasco, después de haber sido detenido en un punto de control, indican en un comunicado estas organizaciones.

Según informaciones oficiosas, “Jalil Maatuq y su colega fueron trasladados a diferentes centros de detención en Damasco, y se desconoce su paradero. Las autoridades sirias niegan tenerlo en su poder, lo que los expone a torturas y malos tratos e incluso a ser ejecutados de forma sumaria”, añade el comunicado.