Los restos de la Iglesia de Humaitá, en la convergencia de los ríos Paraguay y Paraná, patrimonio histórico que data de la guerra que sostuvo Paraguay con Argentina, Brasil y Uruguay en el siglo XIX corren riesgo de derrumbarse por las inundaciones, anunció una autoridad local este lunes.

“Estamos desesperados. La erosión por las lluvias y los torrentes de agua que se forman agrandan rápidamente un barranco y está por llegar a las ruinas de Humaitá”, señaló Julio Caballero, intendente (alcalde) de la localidad fronteriza con Argentina.

Las intensas lluvias que se precipitan en todo el territorio de Paraguay desde la semana pasada dejaron como saldo unos 40.000 damnificados en el departamento de Ñeembucú, al que pertenece Humaitá.

Su gobernador, Carlos Silva, pidió al gobierno el envío de helicópteros para asistir a los poblados aislados.

“Ñeembucú -asentada de por sí en tierras bajas- se convirtió en un gran lago”, manifestó.

Explicó que los caminos, en un 80% de tierra, están intransitables.

En un solo día, entre el sábado y el domingo, el promedio de lluvia superó los 100 milímetros, señaló la Dirección de Meteorología.

Caballero dijo que probablemente este lunes, si continúan las lluvias, el sendero que lleva a las ruinas de Humaitá podría quedar consumido por el barranco.

“Estamos mal, realmente estamos muy mal. Hay que ser realistas”, remarcó en tono fatalista a una radioemisora de Asunción.

Comentó que la ciudad está prácticamente rodeada de agua y sin ningún camino de acceso. “Lo peor es el tema de las ruinas. Se quebró la defensa contra las aguas. El barranco está a 20 metros”, se lamentó.

Dijo que solo en el radio urbano hay 250 familias damnificadas.

En ese lugar se conserva el antiguo esqueleto de la Iglesia del lugar que fue bombardeada por las fuerzas aliadas antes de penetrar en territorio paraguayo en 1865.

Las autoridades reportaron que los cultivos agrícolas y el hato ganadero -abundante en la zona- sufrieron cuantiosas pérdidas.