Estados Unidos y Filipinas lanzaron unas vastas maniobras de entrenamiento, unos días después de la visita al archipiélago del presidente Barack Obama, que reiteró su apoyo a su aliado frente a las veleidades territoriales de China.

Estos diez días de ejercicios son necesarios para responder a los retos lanzados por los vecinos “agresivos” de Manila, justificó el ministro filipino de Exteriores, Albert del Rosario, sin nombrar a China.

“Las tensiones en la región Asia-Pacífico aumentaron los últimos años por las reivindicaciones de expansión marítima y territorial”, destacó.

Bautizados “Balikatan” (Hombro con hombro), los ejercicios conjuntos movilizan a más de 6.000 soldados.

Estados Unidos, que se marca Asia como prioridad geoestratégica, puso otro pie en el jardín chino al firmar la semana pasada un acuerdo de defensa reforzado con Manila que permite una presencia mayor de militares y material de Estados Unidos en Filipinas.

China reivindica la práctica totalidad del mar de China Oriental, confluencia de rutas marítimas vitales para el comercio mundial y reserva potencial de petróleo, gas e importantes recursos marinos. Además de Filipinas, también Vietnam, Taiwán, Malasia y Brunei tienen litigios territoriales marítimos con Pekín.