Importantes heridas musculares fueron curadas exitosamente gracias a la implantación de una fina membrana de la vejiga del cerdo, según una prueba clínica realizada en Estados Unidos que promete un gran avance en medicina regenerativa.

Esta nueva técnica no necesita ningún aporte exterior de células madre, destacan los autores de este estudio publicado el miércoles en la revista estadounidense Science Translational Medicine.

En lugar de ello, los pacientes que por ejemplo perdieron masa muscular en una pierna tras un accidente o debido a una herida de guerra, fueron tratados con una membrana de vejiga de cerdo que, tras ser despojada de sus células, deja una especie de andamiaje de proteínas conocido como matriz extracelular.

Luego esta matriz es implantada quirúrgicamente en el lugar de la lesión, donde moviliza a las células madre producidas por el propio organismo, lo que permite reconstituir parcialmente el tejido dañado.

La implantación directa de células madre, como se conoce a las células que tienen la capacidad de convertirse en cualquier tejido del cuerpo, hasta ahora no ha dado buenos resultados.

El uso de la membrana de vejiga de cerdo “es un método eficaz para restaurar funciones musculares en personas que perdieron una parte importante de un músculo”, explicó en una conferencia de prensa Stephen Badylak, experto de la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania, este) y uno de los principales autores del ensayo clínico conducido sobre cinco pacientes.

Los tres militares y dos civiles de 27 a 34 años que participaron en el experimento sufrían de lesiones en una pierna desde hacía más de seis meses y no habían registrado ninguna mejoría notoria a pesar de la intensa fisioterapia.

“Hasta ahora había pocas posibilidades de tratar a personas que sufrían de lesiones graves en las cuales habían perdido una importante masa muscular”, precisó Badylak, recordando que cuando la herida no es demasiado extensa el músculo tiene la capacidad de regenerarse por su cuenta.

La técnica fue considerada exitosa en tres de los cinco pacientes. El éxito se define en este caso como una mejoría de al menos 25% en los movimientos de la vida cotidiana, como levantar el pie al caminar, subir escaleras o levantarse de una silla.

Si bien no superaron esta marca, de todos modos los otros dos participantes registraron una estabilidad mucho mayor en la pierna herida y una mejoría general en su calidad de vida.