Es una molestia tan común como el resfrío o la migraña pero, a diferencia de estos últimos y dependiendo de su origen, puede llegar incluso a ser mortal. El dolor de estómago nos pone de mal humor, interrumpe nuestra alimentación típica y de paso toda nuestra rutina.

Es definida por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos como toda dolencia que se produce entre el pecho y la ingle, un área que también se conoce como el vientre.

Claro, en muchas ocasiones hemos experimentado un típico malestar abdominal que comienza súbitamente, que permanece activo durante algunas horas y que luego decae con el efecto de analgésicos, hierbas medicinales o sencillamente sin medicamentos.

Pero ¿qué pasa si no se detiene? ¿Cómo diferenciar ese dolor causado por algo nos “cayó pesado” o aquel ocasionado por una apendicitis o un cáncer?

Entre los aspectos a tener en cuenta, desde el organismo estadounidense aseguran que en la mayoría de los casos clínicos el dolor no arrastra un problema serio y que la intensidad del mismo no es directamente proporcional a lo que te aqueja.

Un dolor de estómago se vuelve muy fuerte “si tiene gases o cólicos estomacales debido a una gastroenteritis viral”. También puede ser casi intolerable si se trata de cálculos biliares o las últimas fases del cáncer gástrico. Por lo mismo, a los pacientes con este tipo de cáncer en muchas ocasiones se les receta morfina.

Por ejemplo, la molestia que se produce en toda la superficie entre las últimas costillas y el ombligo, se asocia con frecuencia a virus, infecciones, intestino irritable, intolerancia a la lactosa o el gluten o algún tipo de intoxicación, y son categorizados como padecimientos “menos serios”.

No obstante, el dolor que se percibe sólo en un tramo del estómago, suele estar ligado a enfermedades como la apendicitis y los “ataques” de vesícula, que en muchas ocasiones provocan síntomas de esta característica y son consideradas enfermedades graves o mortales.

¿Cómo diferenciar el dolor estomacal habitual del de la apendicitis?

Respecto a la inflamación del apéndice, el dolor puede no ser percibido incluso durante un par de horas después de declarado el evento. Todo comienza con una molestia alrededor del ombligo, para luego trasladarse hasta el extremo derecho del mismo.

Aquí está la gran diferencia: el dolor estomacal típico, por lo general, no acarrea escalofríos o dolor en una de las piernas y además puede presentarse en toda el área descrita. Pero la apendicitis se traslada hacia el sector inferior derecho del vientre, el dolor va en constante aumento y empeora si se realizan movimientos bruscos, si hay tos, estornudos o se presiona el área.

Para calcular la distancia, los expertos normalmente recomiendan utilizar el punto de McBurney, realizando una extensión entre el dedo meñique y pulgar entre el ombligo y el lugar del dolor para verificar si es o no apendicitis.

Ya transcurridas 24 horas, el dolor es fuerte y puede comprometer la pierna y, por ende, la movilidad. Si los síntomas no se atienden como es debido, el paciente puede entrar en un estado de fiebre, debido a que su sistema inmune está luchando contra la enfermedad.

Las náuseas y los mareos no tardarán en llegar si ya han transcurrido 48 horas desde el inicio del dolor. Así, se da paso a lo que conocemos como peritonitis que no es más que la ruptura del apéndice. Si el líquido virulento entra en contacto con el estómago, entonces hay riesgo para la vida.

¿Qué otras enfermedades pueden causar dolor de estómago?

Entre los padecimientos menos frecuentes pero que son de carácter considerable se encuentran las úlceras, la acidez, el reflujo, la pancreatitis (o infección del páncreas) y el cáncer de colon.

También existen enfermedades que se originan en otros sectores del cuerpo y cuyo dolor se extiende al vientre, tales como la fatiga muscular (o desgarre), la infección urinaria, endometriosis (crecimiento de células uterinas fuera de dicho órgano) o incluso los ataques cardíacos.

Algunos consejos caseros

Desde la Biblioteca Médica entregan algunos consejos que se pueden aplicar fácilmente en casa ante un dolor de estómago leve:

1. Beber agua o líquidos sanos como el jugo de agua mineral.
2. No consumir alimentos sólidos o pesados durante al menos 6 horas.
3. Consumir antiácidos si el dolor se presenta en la sección abdominal superior y se inicia después de comer.
4. Evitar alimentos chatarra, con cafeína o cítricos.
5. Otro aspecto que no deja de ser interesante es que los médicos de la BNM de EE.UU, llaman a evitar la Aspirina, debido a que parte de las tabletas que se venden son de liberación lenta en el estómago y pueden empeorar cuadros de acidez.

Lo principal es estar alerta y acudir al médico si el dolor persiste por más de 2 días y se hace intenso, si presenta fiebre, vómitos, dolores musculares u óseos y sangre en las heces. De este modo, evitarás que una situación que puede remediarse con reposo y líquidos, se transforme en un inminente riesgo para tu salud.