Al menos tres personas murieron y 79 heridas en una explosión que tuvo lugar este miércoles en una estación de trenes de Xinjiang, en el oeste de China, cuando el presidente chino, Xi Jinping, efectúa una visita en la región, anunció la agencia estatal de noticias Xinhua.

La explosión, que la agencia atribuyó a un “violento ataque terrorista”, se produjo hacia las 19H00 hora local en la estación de trenes sur de Urumqi, capital de Xinjiang, “alrededor de unos equipajes abandonados entre la salida de la estación y una parada de autobús”.

Los primeros comentarios de internautas sobre el incidente y varios mensajes publicados por las organizaciones de prensa no pasaron la censura china y fueron suprimidos horas después de la explosión, al igual que las imágenes del lugar de los hechos.

El acceso a la estación, el nodo ferroviario con más viajeros de Xinjiang, se abrió de nuevo hacia las 21H00 horas, después del desalojo de las personas presentes en el momento de la explosión, dijo Xinhua.

Las autoridades chinas consideran como muy “sensible” la comunicación de cualquier incidente de este tipo, como la matanza en la estación de Kunming (sur) a principios de marzo, imputada por las autoridades a los uigures provenientes de Xinjiang.

De visita en la región, el presidente chino calificó Xinjiang como “la línea del frente” de la lucha contra el “terrorismo”, según declaraciones difundidas el miércoles por la prensa oficial.

China desplegará en Xinjiang una estrategia antiterrorista consistente en “golpear primero” para “asustar a los enemigos” e “inspirar a los ciudadanos”, añadió Xi Jinping, citado por Xinhua.

Los uigures, musulmanes turcohablantes, son la principal etnia de esta región china, si bien se dicen víctimas de una política represiva de la etnia Han, mayoritaria en China, contra su religión y cultura.