El Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos requirió este martes “una investigación inmediata” del asesinato, el pasado 24 de abril de un ex coronel brasileño, Paulo Malhães, que reconoció recientemente haber practicado la tortura durante la dictadura.

“Es necesaria una investigación inmediata para esclarecer los hechos relacionados con este caso, y los responsables deben responder ante la justicia”, declaró a la AFP una portavoz del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani, sin entrar en detalles.

El Alto Comisionado está intentando “conseguir más información sobre este caso”, precisó.

El coronel retirado Paulo Malhães, de 77 años, apareció asesinado en su domicilio cerca de Río un mes después de ser condenado por haber torturado durante la dictadura (1964-85). Malhães fue el primer militar brasileño que hizo una confesión de esta índole en un país que es el único de América del Sur que nunca ha juzgado los crímenes de la dictadura por existir una ley de amnistía.

Tres hombres, uno enmascarado, entraron por la noche en la residencia del coronel, en Nova Iguaçu, periferia norte de Río de Janeiro, según las declaraciones de la viuda, cuya identidad no fue revelada.

Los criminales retuvieron al coronel, su esposa y la criada en cuartos separados. Luego se dieron a la fuga llevándose armas que coleccionaba el militar, al que mataron según la policía.

Los expertos no encontraron huellas de tiros en la casa pero no descartan una muerte del ex militar producto de un baleo.

La policía de Río sigue tres pistas para explicar el homicidio: robo, venganza o eliminación de pruebas.